Antonio Alfaro
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La casa está más que lista: buena gramilla, graderías numeradas, camerinos arreglados. Tan solo le falta el equipo casa. La UCR intentará serlo.

El renovado “Coyella” Fonseca, sede del juego de mañana por la noche entre universitarios y morados, más parece un terreno neutral. Lo dicen en Saprissa. Lo saben en la UCR. Utilizado por los celestes a falta de iluminación en el estadio Ecológico, el “Coyella” es parte de las consideraciones de los dos clubes.

No será fácil, según los saprissistas. Aunque más acostumbrados a jugar en césped sintético, como señala Allan Alemán, los morados se preparan para algunas dificultades, en una cancha más pequeña que la del Saprissa y en la que a veces soplan fuertes ráfagas de viento.

El juego “se vuelve un poco más físico”, a criterio de Roy Myers, en alusión a las dimensiones del terreno de juego. “También tiene un declive y corre cierta brisa. Todo esto lo tomamos muy en cuenta”.

En contraparte, el técnico se satisface del buen estado de la gramilla, estrenada hace tan solo un año y dos meses, como parte de la remodelación total del estadio.

“El partido va a ser difícil, no solo por la cancha, sino por el rival, que no quiere dejar puntos en el camino”, comenta el volante saprissista Michael Barrantes.

El cuadro universitario, a cinco puntos del sótano en la tabla general, peleará con todo cada punto, para alejarse de los coleros Ramonense y San Carlos. Mañana intentarán sacarle provecho a buena casa, aunque ajena.