Juan Diego Villarreal
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A la Comisión de Arbitraje no le tembló la mano para sancionar a cuatro de los silbateros de la anterior fecha.

Los que se sacaron la rifa fueron: el central del duelo Santos - Universidad (2-1), Henry Bejarano, a quien se le inhabilitó con una fecha, por malas decisiones y señalar una falta de penal inexistente contra los universitarios.

A Édgar Rodríguez, quien tuvo a cargo el duelo entre Ramonense – Alajuelense (0-2), se le castigó con cuatro jornadas por mala aplicación de las reglas, en lo que fue la sanción más alta.

A Víctor Hugo Montenegro, en el duelo Puntarenas - Águilas (0-1), también se le multó con tres fechas por aplicar mal el reglamento, al igual que a su asistente, Cristian Méndez, tras anularle un gol a Puntarenas, cuando debía de ser válido.

Otro de los silbateros que fue sancionado por sus malas decisiones fue Ricardo Cerdas, por su actuación en el duelo Puntarenas Alajuelense (1-0), en la fecha tres, por no aplicar el reglamento.

Cerdas ya cumplió con un partido, pero aún le restan dos.

Berny Ulloa, ex árbitro y miembro de la Comisión de Arbitraje, comentó que se debe poner orden en el referato nacional.

“Si no cumplen (los árbitros) con su trabajo, se atienen a las consecuencias, vamos a ser implacables”, sentenció Ulloa.

“No vamos a seguir tolerando malos arbitrajes, la idea de la Comisión es que el árbitro que hace bien las cosas, repite al domingo siguiente. El silbatero se gana su nombramiento en la cancha, con buenas actuaciones”.

Berny confesó que es inaudito que a los réferis se les dé capacitación y lleguen a cometer errores en el campo, de los cuales se les advirtió en la semana.

“No vamos a tolerar que un árbitro eche por tierra el trabajo de un equipo, yo diría que nuestros árbitros carecen de consistencia y eso debe cambiar”.

Se intentó conocer la versión de algunos de los silbateros sancionados por la Comisión, pero no se pudo localizarlos.

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Los centrales que no vieron la “roja”: Rafael Vega, Wálter Quesada y Randall Poveda.