Yensy Aguilar Arroyo
yaguilar@aldia.co.cr

Con la imposición de la ceniza, mañana inicia la Cuaresma, los 40 días preparatorios a la Semana Santa.

Es durante este tiempo, que muchas personas recurren a la confesión, como medio para cambiar y tratar de ser mejores. Por eso, se espera que un millón de fieles se confiesen en este período.

Lo ideal es que previamente realicen un examen de conciencia y que reconozcan a lo interno que han pecado.

“Es un tiempo de reflexión y conversión, que nos invita a hacer las cosas diferentes. Se caracteriza por el ayuno, la oración y la limosna”, aseguró Mario Segura, vocero de la Arquidiócesis de San José.

El sacerdote manifestó que popularmente, durante los viernes de Cuaresma los fieles no deben comer carne roja, como una forma de privarse de lo que tienen y así darlo a los demás.

También, indicó que la oración es más intensa en este lapso, porque de esa manera, los cristianos analizan su vida espiritual y reflexionan sobre la muerte de Jesús en la cruz.

“Es un tiempo de austeridad, donde la Iglesia se priva de algunas cosas, como los cantos del Gloria y el Aleluya, no se utilizan flores y las sotanas que usan los sacerdotes son de color morado, indicando penitencia”, dijo.

La imposición

Mañana, en todos los templos católicos del país se programan misas especiales para celebrar el inicio de este tiempo, con la imposición de la cruz de ceniza.

El signo de fe, viene de la antigüedad y se hizo para que los fieles reconozcan que sin Dios son como el polvo y que como seres creados necesitamos del creador.

“La ceniza se prepara con las palmas benditas del Domingo de Ramos del año anterior y se unge con un aceite especial”, explicó.