Isaac Lobo
ilobo@aldia.co.cr

Arrancarle a Felipe Castro el fútbol es como quitarle las manchas a un tigre.

Es menos tímido de lo que parece, ordenado, pero malo para la cocina, amante de ir al estadio y de comer patí. Este deportista de canal 7 abrió las puertas de su vida y nos contó detalles que nadie sabía.

¿Cómo es Felipe?

Soy sincero, ordenado, muy respetuoso y deportista hasta donde se pueda.

¿Imaginó ser llamado por la competencia?

La verdad no, fue una de las mejores sorpresas que me he llevado.

¿Todavía es el “Hermano lluvia” como le decían en el 6?

Lo pasado es pasado, sólo pienso en mi presente y mi futuro en Teletica.

¿Un domingo libre perfecto consiste en estar acostado viendo el fútbol?

Sí, sobre todo un partido de la Juventus, el Real Madrid o los Lakers. Luego poder ir a cualquier estadio con mi esposa, mi mamá, mis primos y tíos a disfrutar un encuentro, comiendo patí, pasteles, pizza o pollo.

¿Sabía que su nombre significa “Amigo de los caballos”?

(Risas) No lo sabía, está curioso el detalle, lástima que no tengo caballos.

¿Juega fútbol o sólo patea la bola?

Intento hacer las dos cosas, me encanta jugar desde que tengo uso de razón.

¿Por qué cuando juega fútbol se pone lentes?

Porque hace 14 años me hicieron una operación muy delicada en mi ojo izquierdo y hasta el día de hoy sigo en constante tratamiento.

¿Quién manda en la casa? ¿Nubia (Víquez) o usted?

Los dos. Ella es más impulsiva y de carácter fuerte, yo soy más ecuánime y calculador. Hacemos una buena combinación.

¿Por qué lo regaña ella?

Básicamente por tres cosas. Primero, porque me cuesta levantarme temprano, me tiene que llamar varias veces. Dos, porque duro demasiado bañándome y alistándome. Y tres, porque suelo pararme frente al televisor y quedarme de pie viendo “tele”. Es como una manía, no me muevo y me puedo quedar media película al frente sin sentarme, eso la desespera.

¿Comparte tareas del hogar con Nubia?

Lo intento, realmente lo intento, pero confieso que ella hace la mayoría de las cosas. Le ayudo lavando platos y le hago barra porque no cocino casi nada.

¿Ustedes son como el “Señor y Señora Smith”? ¿Enemigos por el trabajo?

No. Para nada. Aunque no dudo que a ella le gustaría que yo fuera el verdadero señor Smith (Brad Pitt). En nada nos vemos como enemigos, lo del trabajo lo manejamos como profesionales.