Allan Andino
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Una bolsa de chicharrones y otra con sándwich y refrescos, han sido algunos de los regalos que un par de samaritanos les han dejado a los seguidores de la banda Metallica.

Entre ayer y el domingo un grupo de jóvenes aguardaban en la acera del frente del estadio Ricardo Saprissa, con el fin de cuidar su lugar para el 2 de marzo; día en que la producción permitirá hacer la fila oficial para el concierto del 7 de marzo.

Emanuel Molina es uno de ellos. Este estudiante de Microbiología está tranquilo pues sus clases en la UCR se inician un día después del concierto.

“Pasé la noche y si es muy cansado, me duele un poco la espalda. La madrugada estuvo muy fría. Me estoy turnando con unos amigos, ahora vienen y nosotros nos vamos. Quiero estar en la baranda”, dijo el chico de 17 años y vecino de Cartago.

Otro de los que “acampó” el fin de semana fue Cristian Saavedra, quien aprovechó que entra a trabajar hasta mañana para unirse a la espera de la banda angelina.

“No me costó mucho dormir, estuvo tranquila la noche. Aquí entre todos nos protegemos. Hoy por la mañana (ayer para los lectores) pasó un carro y nos trajo comida. También nos dieron números de sodas”, relató Saavedra, quien se las ingeniará para no faltar muchos días a su trabajo.

De parte de la producción, aseguraron que no vale la pena esperar desde ya, pues hasta el 2 de marzo que coloquen los carriles de acceso, se tomará en cuenta la fila para ingresar.

“Antes de esa fecha no se reconocerá nada. Yo sé que es parte del ‘feeling’, pero tienen cinco días para acomodarse. El que llegue de primero o de número mil tendrá la misma visibilidad, apenas entren al estadio todos se van a dispersar. Me parece ilógico esperar antes del 2”, comentó José Cañas, vocero de Evenpro.

Además agregó que aún quedan entradas VIP de pie (¢56.500) pero no son muchas, y se consiguen en www.specialticket.net.