Patricia Recio G.
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A poco menos de un mes de inaugurada, la nueva autopista a Caldera ya ha cobrado tres vidas.
Jesús Alberto Rodríguez Cascante, se convirtió la madrugada del domingo en la tercera persona que muere violentamente en esa carretera. El exceso de velocidad sería la causa del fatal accidente.
Aunque los expertos consideran prematuro bautizar a la vía como la nueva ruta de la muerte, las imprudencias cometidas por los conductores y una serie de errores en su diseño, son una combinación mortal para quienes transitan por ahí.
Según Huanelge Gutiérrez, subdirector de la Policía de Tránsito, la principal causa de los accidentes que han ocurrido en esa ruta han obedecido al irrespeto de los límites de velocidad.
“Hay que respetar las señales porque estas van de acuerdo con el diseño del trayecto”, explicó.
Gutiérrez también destacó el hecho de que la mayoría de choferes apenas está conociendo la vía, por lo que deberían manejar con más cuidado y no aprovecharse de las rectas extensas para acelerar más.
El experto en infraestructura vial German Valverde, opina que existen fallas en el diseño de la pista que podrían ser peligrosas.
Uno de los errores más graves está en las barreras de contención tanto en los márgenes de la carretera como en el medio.
Según Valverde, el principal problema se da en los terminales de dichas barreras, pues estos son muy bruscos, y en caso de accidente son como una rampa que causa un efecto peor, como ocurrió en el accidente del viernes pasado en el que un estadounidense perdió la vida.
“Debería utilizarse un terminal tipo amortiguador de impacto. Este es un elemento que funciona como acordeón: si el vehículo choca, se absorbe la energía y el impacto se hace más leve”, explicó Valverde.
En el caso de las barreras metálicas a los lados de la vía, el experto considera que en lugar de enterrarlas en el suelo, deberían estar dentro de los talúdes.
Otro de los riesgos se encuentra en las cunetas, pues estas son muy profundas y en caso de que un vehículo se salga de la vía se volcaría en una de ellas. Valverde recomienda que sean tapadas con rejillas metálicas.
Los espaldones también son un dolor de cabeza para los conductores, pues en caso de quedarse varados o con una llanta estallada, el espacio para orillarse es muy limitado.
La pista también carece de iluminación y en los carriles de ascenso las señales de CEDA también son de cuidado.
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