Franklin Arroyo González
Colaboró:Miguel Calderón.
farroyo@aldia.co.cr

¿Imagine cuánto dolor revelarían las paredes del Sanatorio Carlos Durán o las del penal de isla San Lucas... si hablaran?

Son lugares que cobijaron, para muchos de quienes vivieron en allí, sufrimiento, dolor y hasta muerte.

Y hay quienes llegan por ahí y dicen percibir hechos inexplicables, imágenes, sonidos, susurros.

Lo más reciente: las experiencias de los productores de un programa televisivo estadounidense denominado “Cazadores de Fantasmas”, quienes recorrieron ambos lugares y dicen haber hallado evidencias de los extraños hechos que allí se notan.

“Del sanatorio Durán tenemos fotos muy interesantes. Escuchamos voces y sonidos en los vídeos. En San Lucas escuchamos algunos susurros y ciertas cosas insólitas que logramos grabar”, expresó Adam Bramble, productor audiovisual de historias, de Cazadores de Fantasmas.

El sacerdote Jorge Eddy Bermúdez, párroco de la Basílica de los Ángeles, dice que esa es una visión de oscurantismo que se le da al tema en programas de televisión para ganar rating.

“Ese tinte de terror y miedo no es válido para la Iglesia”.

Pero reconoce que existen lugares cargados de energía negativa capaces de combinarse con la imaginación.

“Hay estudios que dicen que la energía negativa es capaz de generar imágenes. En hospitales o cárceles existió dolor. Y cuando llega gente de corazón noble o muy sencilla es capaz de imaginar lo que cree que aconteció allí. Además, las ánimas no son equivalentes a los fantasmas”, dijo.

Yo no vi nada...

Reporteros de Al Día visitaron San Lucas y el Sanatorio, con la esperanza de escuchar algún grito, un susurro, ver una sombra, percibir algún ente, fotografiar un fantasma... Y nada de nada.

Tampoco vieron nada, en el otrora temido presidio, Hugo Quirós, Deilyn Segura y Andrés Soto, estudiantes de la Universidad de Costa Rica, con ocho días de voluntariado. “Es mentira”, dijo Segura atraída más por el turismo y la conservación, que por hallar almas en pena.

Tampoco ha visto nada Carlos Vargas, trabajador del Ministerio de Ambiente, Energía y Minas (Minae) en la antigua prisión. “He escuchado decir que se oyen gritos pero no creo”.

Yo sí...

Otros, en cambio, dicen que sí han tenido la experiencia y la contaron Al Día.

José Mata, guitarrista del grupo de metal Agressor explicó que al grabar un vídeo musical sucedieron cosas extrañas...

“Nos acompañaron los perros de la gente que vive allí y en ciertas habitaciones salen espantados... huyendo, por más que uno los llame. No regresan.

“Uno siente en la noche, que le van a tocar un hombro. La sensación es de terror”.

Santiago Leitón, quien cuida el Sanatorio, afirma que se escuchan gritos de dolor, se oyen niños jugando en pasillos y ha visto chiquitos apareciendo en la puerta.

El párroco de la Basílica de los Ángeles, Jorge Eddy Bermúdez, dice que los seres vivos no pueden ver muertos.

“Jesús todo lo explicaba con parábolas. Hay una la de ‘El hombre rico y Lázaro’, donde lo explica”, comenta.

Dice que Lázaro ansiaba saciarse de las migajas del hombre rico y cuando murió fue llevado al cielo por los ángeles. El rico fue sepultado.

“Entonces, pidió a Abraham que le mandara a Lázaro para que lo consolara y que le avisara a sus familiares los tormentos. La respuesta fue: “Los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá”.

Adam Bramble, productor audiovisual de Cazadores de Fantasmas Internacional, dice que han logrado comprobar que los fantasmas existen. “Esa en una de las razones por la que me gusta mi trabajo”, dijo.

Para comprobarlo, según él, utilizan equipo que mide diversas manifestaciones, como de cámaras spectrum, luces ultravioletas, cámaras con luz nocturna.

“Hay que analizar vídeo por vídeo, en las distintas cámaras. Esas son las mejores pruebas que uno tiene para comprobar que sí existen cosas paranormales”, afirmó el estadounidense.

Santiago Leitón, cuidador del Sanatorio Durán

¿Ha visto u oído cosas?

Sí, aunque no siempre lo digo. Se oyen cosas extrañas, gritos como de dolor y también chiquitos jugando en los pasillos.

¿Y ha visto algo?

La semana pasada. Nos acostamos a las 2:30 a.m., al ratico oí un carro, a veces vienen a molestar y me levanté y en la puerta había un chiquito. Cuatro minutos después, otra vez sonó el carro, me volví a levantar y estaba el chiquito.

¿Le da miedo?

No, vengo de una parte donde había más cosas, la finca Retes, contiguo al parque Prusia. Además, uno se acostumbra.

¿Qué piensa de todo eso?

Que aquí hay algo.

¿Cree en fantasmas?

No lo aseguro, pero con las cosas que ha visto uno. Una vez, iban a comprar el inmueble, vinieron como 35 personas y grabaron un vídeo donde se siente una presencia de alguien que va adelante del grupo y que no estaba.