Isaac Lobo
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Para ser inmortal sólo hace falta morirse. Cliff Burton el segundo bajista de Metallica, habría cumplido 48 años el pasado 10 de febrero y aunque desapareció de forma física, su legado continúa, incluso en la gira que la banda está por traer a nuestro país.
Todavía el cantante James Hetfield y el baterista Lars Ulrich deben de tener presente el recuerdo de cuando ingresaron al club Whiskey A Go Go en 1982 y allí estaba tocando Burton con la banda Trauma.
Él ejecutaba un solo envuelto en su larga cabellera roja. El solo sorprendentemente provenía de un bajo y no de una guitarra como creyeron. En ese momento se dieron cuenta que él debía ser parte de Metallica y sustituyó de forma inmediata a Ron McGovney.
Fue así como nació una leyenda que marco a la banda no sólo con sus composiciones, sino con sus letras.
Actualmente Metallica interpreta dos piezones de la autoría de Burton: “Master of puppets” y “For whom the bell tolls”, esta última inspirado en la novela de Ernest Hemingway sobre la guerra civil española. El título procede de la “Meditación XVII” de “Devotions Upon Emergent Occasions”, obra perteneciente al poeta John Donne.
Cliff Lee Burton, quien nació en 1962 en San Francisco, California, en una familia de hippies fue el bajista del grupo famoso de trash metal desde 1983 y hasta su muerte, ocurrida en un accidente automovilístico, en setiembre de 1986.
En ese año ellos tocaron en Estocolmo, Suecia, y se dirigían en bus a Copenhague, Dinarca. Los músicos lanzaron cartas al azar para asignarse los puestos en que dormirían.
Cliff sacó un as de picas y al ser la carta más alta se ganó el derecho de elegir primero su puesto.
Alrededor de las 6:15 a.m., el conductor perdió el control por la gran cantidad de nieve y Cliff fue expulsado con tan mala suerte que el autobús le cayó encima.
Inolvidables:
Destacan sus temas “Pulling teeth”, del disco “Kill’em All”, que consiste en un solo de bajo con distorsión.
Le siguió “The call of ktulu”, del disco “Ride the Lighting” y “Orion”, considerada la más importante, ya que es una composición bajo-guitarras que reflejó su creatividad musical.
En 1987, la banda de trash metal, Anthrax, dedicó el álbum “Among the Living” a la memoria del bajista.
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