Patricia Recio G.
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Como una muchacha. Así se siente Blanca Vega Brenes. No es para menos. A sus 59 años, disfruta de un corazón de apenas 19, eso sí, sin excesos y con cuidado.
Doña Blanca es todo un récord en la historia de trasplantes de corazón en el país. Es la única que ha sobrevivido tantos años con un corazón prestado, o como diría ella, regalado.
Es un caso especial en toda Latinoamérica. Esto la hizo acreedora de un Guiness hace cinco años.
El médico Longino Soto, encargado de su operación, ha estado al lado de “Blanquita”, como le dice él, todos estos años cuidando el corazón que la volvió famosa. Ella dice que es como su “ángel”.
¿Cómo han sido estos 19 años?
Ha sido algo muy especial. Cuando estaba enferma no podía hacer nada y después de que el doctor me operó, no volví a sentir dolor ni ninguna molestia.
¿Cómo es su vida ahora?
Es un regalo. Dios me dio una segunda oportunidad. Yo sé que otra no me da. Por eso, le doy gracias a Él. Vea, yo ahora hago de todo. Donde vivo es campo, entonces me encanta ir al río a pescar con mis sobrinos, caminar y barrer el patio, que es grandísimo.
¿A qué edad empezó a padecer del corazón?
Me enfermé como a los 33 años, porque me dieron tres infartos en un año. Entonces fue cuando el doctor me dijo que mi corazón estaba muy dañado y que no tenía cura, que sólo trasplantándolo. Él (Longino Soto) me dijo que me cambiaba el corazón y así fue.
¿Le dio miedo someterse a una cirugía de ese tipo?
Vieras que no me dio nada de susto. Gracias a Dios nunca tuve miedo a ninguna clase de operación como esta.
¿Conoció a la persona que le donó el corazón?
No. Logré conocer a la familia, porque, para sorpresa de mi vida, mi hijo era novio de la hermana del muchacho que me dio el corazón y yo no sabía. Al final, mi hijo se casó con una prima de mi corazón.
¿Qué sabe del muchacho que le dio el corazón?
Supe que era un muchacho muy bueno. La mamá trabajaba en la Policía y era viuda. Él se suicidó porque no le gustó que la mamá se fuera a casar con otro señor. Me dolió mucho porque estaba muy joven. Lo vi de cerca antes de la operación.
¿Alguna vez pensó que una enfermedad la iba a volver una cara conocida en todo el país y hasta en el mundo?
Nunca imaginé una cosa así, pero le doy gracias a Dios porque nunca he cambiado. Sigo siendo la misma persona humilde y agradecida con Él.
¿Qué es lo que más agradece de esta nueva oportunidad?
Le pedí a Dios que me diera la oportunidad de conocer a un nieto de cada uno de mis tres hijos y vea, ya tengo 10 nietos y un bisnieto. Además, estoy cuidando, desde hace un año, a unos sobrinitos que yo veo como mis hijos. Para mí eso es lo mejor que Dios me ha dado en la vida.
¿Después de la operación tuvo que hacer muchos cambios en sus hábitos?
No. Desde que estaba enferma me quitaron la sal y el azúcar y otras comidas. El doctor después me dijo que podía seguir con la vida normal. Como de todo, pero con moderación.
¿Qué cosas tiene prohibido hacer?
Los doctores siempre me dicen que me cuide, que evite los sustos y las sorpresas y que no haga esfuerzos físicos.
¿Qué es lo que más le gusta cocinar?
Me encanta hacer de todo, pero a mis hijos y nietos lo que les gusta mucho es el arroz con pollo que les hago.
¿Cuántas pastillas tiene que tomar al día?
19 pastillas y un aceite sin el cual el corazón no funcionaría.
¿Cuál es el secreto para ser el corazón trasplantado más sanito de Latinoamérica?
El secreto mío es dejar pasar las cosas terribles, sin darles mucha importancia. Además, seguir el tratamiento al pie de la letra y no dejar ni un día de tomarme todos los medicamentos.
Luchadora
Blanca Vega Brenes.
Edad: 59 de vida y 19 de tener un corazón nuevo.
Hijos: 10.
Dato: Vive en Pocora de Guácimo, Limón. Es la trasplantada de corazón que más años ha vivido en el país y en Latinoamérica.
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