Hugo Solano
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Contactar por la red social Hi5 a cuatro menores, a los que posteriormente violó, le significaron 36 años de cárcel a un hombre de apellido Alanís, alias “Machín, el año pasado, en Esparza.

El sujeto está en las celdas de Puntarenas, mientras por las calles de Esparza, distraídos, arrastrando el daño físico y moral que un ultraje de esos implica, los menores intentan rehacer su futuro, lejos de las salas de Internet, donde una vez cayeron en la trampa.

Una encuesta personal con 400 adolescentes de 12 colegios públicos y privados del Gran Área Metropolitana, realizada por la Fundación Paniamor a fines del 2009, reveló que 77,7 por ciento de la población tiene Internet en casa.

Casi la cuarta parte de ellos utiliza la red más de 20 horas a la semana. Más de de la mitad admite que desconocidos insistentemente han querido contactarlos.

Jorge Rojas, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), explicó que una vez que un depredador entra en contacto con su víctima, le ofrece “el cielo y la tierra”, les induce a un encuentro personal y allí empieza lo más serio.

Fascinación y riesgos

El entretenimiento, la comunicación instantánea y barata que el Messenger les facilita, herramientas como el buscador Google y las redes sociales, son parte del encanto que los jóvenes encuentran en la red.

Según el estudio, es necesario comprender que los muchachos de nuestros días viven en un paradigma cultural absolutamente distinto al de sus padres y las nuevas tecnologías contribuyen a la composición de ese nuevo mundo de experiencia.

Susana Soto, de la unidad de iniciativas tecnológicas de Paniamor, afirmó que, por razones de inseguridad, costos económicos y otros factores, muchos ya no cuentan con calles, parques, plazas, ríos y otros sitios.

El ciberespacio, definido como un mundo paralelo al real, viene a llenar ese vacío espacial y la juventud encuentra allí su reino de comunicación, entretenimiento, ocio, arte y cultura.

Sin embargo, entre los riesgos está el uso de fotos de niños, niñas y adolescentes en pornografía, mediante la alteración digital de imágenes con el fin de recrear situaciones sexuales abusivas.

También está la incitación en línea de menores, por parte de adultos, mediante coqueteos, intercambio de fotos y obsequios, con el fin de llevarlos a situaciones de tipo sexual en línea o en persona.

Otra forma de violencia sexual se refiere a la solicitud directa de realización de actos sexuales, acompañados por lenguaje obsceno, conforme avanza la interacción. Según los y las jóvenes, estas solicitudes provienen de adultos y adolescentes. Otro uso muy común es el “escrache”, que consiste en publicar fotos o comentarios descalificantes, para hacer bromas o poner a otro en ridículo.

Policía se prepara

Conscientes de que los depredadores sexuales y las redes internacionales acuden a la tecnología para estos ataques, el OIJ y la Fiscalía, en coordinación con entidades privadas, analizaron recientemente el impacto de los delitos cibernéticos y la forma de detectar a los delincuentes en línea.

También, entre los diez proyectos prioritarios que tiene la Asamblea Legislativa en su agenda, está la reforma al Código Penal, para incorporar, cuanto antes, los delitos informáticos.

La Fundación Paniamor tiene toda una estrategia en lenguaje juvenil, para promover el uso seguro y responsable de tecnologías de información y comunicación.

Minientrevista con Susana Soto, Fundación Paniamor

¿Impone la tecnología un reto para los padres?

Sí. Fue como cuando nuestros papás tuvieron que lidiar con nosotros al llegar la televisón.

¿Cómo analiza los nuevos celulares?

Son parte de la comunicación actual. Los muchachos, tengan o no Internet, los usan para construir identidad y desarrollar relaciones de amigos.

¿Qué revelan las investigaciones de Paniamor?

Con 402 chicos de colegios públicos y privados, vimos que cuanto más pasan ante los medios, más bajan la guardia en las prácticas que les llevan a evitar conductas de riesgo.

¿Puede darnos un ejemplo de lo que hacen?

A veces suben fotos y videos sin pensar que otros pueden darle click derecho y copiarlas.

¿Buscan los jóvenes sitios de pornografía?

Sólo 25,7 por ciento de los jóvenes consultados admite haberlos buscado.

¿Acceden a citas?

Un alto porcentaje reconoce acercamientos presenciales con gente que ha conocido a través de Internet.

¿Dónde les ofrecen ayuda?

En el sitio www.suaveuntoque.com

Hay delitos paralelos a esos

Jorge Rojas, director del OIJ, dijo que para combatir delitos en perjuicio de los niños, cuentan con ingenieros informáticos, que, por el seguimiento a las páginas, logran muchas veces llegarle a quienes se dedican a eso.

Reveló que el engaño es común en estos casos. A su juicio, hay mucha relación de estos delitos con otros de trata de personas.

“Se dice que un millón de personas son sometidas cada año a condiciones de explotación, a las que llegaron vía engaño”, detalló.

No sólo se abusa de niños. Mueven mujeres para llevarlas a prostitución y servidumbre, comentó.

Recordó el caso de 36 orientales que, en abril de este año, fueron descubiertos en embarcaciones de Puntarenas donde los explotaban.

Relató que Costa Rica es lugar de paso para bandas que trasladan personas del sur hacia el norte del continente. “Los retienen, les quitan los documentos, les aíslan del resto del mundo y no pueden hacer ni una llamada. Ellos tiene contactos aquí”, concluyó.

“No hay perfil de abusador”

Fernando García, coordinador de la Unidad de Trata del Departamento de Seguridad de la OEA, afirmó que no existe un perfil definido de los abusadores de niños. Puede ser cualquier individuo, dijo.

Entre las personas más vulnerables a ellos, están las que tienen más necesidades y carecen de educación.

Recalcó que las promesas de bienes, modas, carros y mejores trabajos son el anzuelo que usan los depredadores para sus víctimas.

“También existen individuos inescrupulosos que fingen ser menores y entablan comunicaciones con otros. Piden fotos a chicas y chicos mostrando órganos vitales y sexuales. A veces hasta asesinan niños para vender córneas, riñones u otros órganos en otros países”, puntualizó.