Domingo 11 de julio de 2010, San José, Costa Rica
Sucesos | En Venecia de Carrandí de Matina
De un balazo en la frente matan a peón para robarle
Víctima vendía artículos tipo “polaco” en fincas bananeras/Le quitaron hasta la “bici”
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    Expertos en recolección revisaron el cuerpo. Reiner Montero.
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    La compañera sentimental de la víctima fue consolada por varios allegados. Reiner Montero.
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    El homicidio generó gran consternación. R. Montero.

Carlos Láscarez S. y Reiner Montero, corresponsal
clascarez@aldia.co.cr

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Matina - Desconocidos asesinaron antenoche de un disparo en la frente a un peón bananero, quien hacía ventas tipo “polaco”, después de su trabajo. El hombre fue asaltado cuando iba a bordo de su bicicleta.

El homicidio fue descubierto a las 8:20 p.m. por alguien que se desplazaba a través de una solitaria calle de piedra, paralela a la finca Zent, en Venecia de Carrandí, confirmó la Fuerza Pública.

La víctima fue identificada como Gerardo Enrique Espinoza Rodríguez, de 58 años, conocido como “Choricero”, quien habitaba cerca de donde fue asaltado y ultimado. Su cuerpo estaba tirado boca abajo entre un montazal de 1,30 metros, cerca de la vía.

Espinoza recibió un balazo en la frente. Esto, le produjo su muerte casi al instante. Al parecer, llevaba pocas horas allí.

Michelle Cuadra, oficial de la Fuerza Pública de Matina, aseguró que recibieron la alerta por medio de una persona que llamó al sistema de emergencia 911.

“En la revisión se confirmó que tenía un impacto en la frente. El cuerpo estaba lleno de hormigas. Al inicio pensábamos que era un alcohólico”, comentó Cuadra.

Vestía zapatos de cuero café tipo burros, pantalón jeans hasta la rodilla y una camiseta, vestimenta con la que era usual verlo.

Por dinero y la bicicleta

Como móvil del crimen, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Policía manejan el asalto. Espinoza, al parecer, tenía previsto cobrar un dinero, producto de las ventas.

Además, no se encontró la bicicleta en la que siempre efectuaba sus recorridos junto al salveque donde cargaba las mercancías, donde destacaban colas, esmaltes, prensas y perfumes.

Al parecer, regresaba hacia su casa cuando fue interceptado.

Un amigo, quien prefirió no dar su nombre, aseguró que Espinoza era muy trabajador. Llegaba a las 4 a.m. y después de las 3 p.m. tomaba su bicicleta para desplazarse por las fincas bananeras.

Tras revisar el salveque, la Policía encontró que llevaba un refresco gaseoso de dos litros y un paquete de galletas.

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