Réiner Montero, corresponsal GN y Rodolfo Martín
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Pococí.- Javier Ovidio Cerdas Barboza, de 38 años, apareció ayer en la madrugada abandonado dentro de un zacatal, con un balazo en la cabeza y en estado agónico, informó Juan Carlos Rojas, supervisor de la Fuerza Pública de Cariari.
El hallazgo ocurrió a las 5:15 a.m. en un tramo de un camino de lastre que comunica a los poblados de Carolina con La Uva de Los Ángeles, ambos de Cariari.
Cerdas fue trasladado en estado crítico al hospital de Guápiles donde falleció a eso de las 8:22 a.m., según informó la oficina de prensa del OIJ.
El occiso, al parecer soltero y sin hijos, fue descubierto por un hermano suyo quien no quiso ser identificado.
El familiar regresaba de visitar a la madre de ambos cuando a cierta distancia y entre un zacatal, le pareció ver la bicicleta de Javier Ovidio.
Al acercarse, se enteró de que su hermano estaba mal herido, convulsionaba y tenía serios problemas para respirar. En primera instancia no lo había observado porque aún estaba oscuro, pero para cuando regresó, notó que ya comenzaba a clarear.
El cuerpo estaba a tres metros de la bicicleta y ésta a unos cuatro metros de la calle.
Javier Ovidio, de acuerdo con información de sus familiares, en los últimos días se ganaba la vida como palero en una finca vecina donde abría unos zanjas.
El fallecido había salido de prisión hace dos años donde descontó una pena por un delito sexual, según informó la oficina de prensa del Ministerio de Justicia.
Al parecer, luego tuvo otro ingreso al sistema penitenciario en condición de indiciado, según la misma fuente de información.
Este año, aparentemente, habría recobrado la libertad, declaró Justicia. En el pueblo llevaba una vida tranquila, según vecinos. El caso es investigado por oficiales del OIJ de Pococí.
Consternados
José Cerdas, padre.
Yo dormía en mi casa cuando llegó un vecino a alertarme de que mi hijo estaba tirado y baleado en el calle”.
Juan Carlos Rojas, policía.
El impacto lo tenía cerca de la sien derecha. Es impresionante cómo logró sobrevivir por tanto tiempo”.
Juan M. Gómez, cruzrojista.
Al llegar, el paciente exhibía serias dificultades para respirar. Convulcionaba. Tenía una grave lesión craneal”.
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