Karla Barquero, colaboradora
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Como “una ambigüedad”, así describió Víctor Rojas, del movimiento “Ni una sola mina”, la respuesta que dio el Gobierno de Laura Chinchilla a quienes están en contra del proyecto minero en Costa Rica.

A las 4 p.m. varias agrupaciones opuestas a la minería a cielo abierto, se ubicaron en las afueras de la Casa Presidencial en busca de una respuesta sobre la derogación del proyecto de ley que establecía que la minería en Crucitas es de interés nacional.

Los manifestantes habían establecido este día, ya que se cumplía una semana de que se realizara la caminata de 200 kilómetros hacia Crucitas, en la zona norte del país.

Por medio de un comunicado de prensa, la presidenta de la República dio a conocer su respuesta a los ambientalistas.

Sin embargo, Rojas afirmó que en el comunicado solamente se establece que será analizado el proyecto y no les brindó una respuesta firme, que era la que esperaban de Chinchilla.

Según Rojas, la medida de presión que tomarán en seguir manifestándose en Zapote, hasta que se dé una respuesta clara.

Además, estarán realizando otras manifestaciones pacifistas y se encargarán de informar más a la población, para buscar más apoyo para la derogación del proyecto minero.