Karla Barquero, colaboradora
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El director del hospital San Rafael de Alajuela, Francisco Pérez, inició una campaña para eliminar el uso de los termómetros de mercurio en esa institución.

La razón es que el mercurio es uno de los metales más neurotóxicos que existen y dada la facilidad con que se quiebran es que se corren riesgos con su uso.

“Cuando un termómetro se quiebra, se genera la pérdida de mercurio que se convierten en gases son nocivos para la salud. En este centro médico, sólo de enero a julio se han quebrado unos 2.712”, comentó Pérez.

Como repercusiones en salud a largo plazo, el médico mencionó problemas respiratorios y de riñón. Además, sus residuos causan daños ambientales.

“Para evitar el impacto ambiental, iniciamos la campaña de almacenamiento y recolección para hacer un centro de acopio. Nos adelantamos a lo que ordenó la Organización Panamericana de Salud (OPS) para que en el 2017 los centros médicos estuvieran libres de mercurio”, dijo.

El inicio de la innovadora campaña se dará durante los próximos 15 días, cuando se dé el cambio a termómetros digitales e infrarrojos.