Karla Barquero, colaboradora
redaccion@aldia.co.cr
Aunque existe la creencia de que los autistas viven encerrados en su propio mundo, se ha determinado que este padecimiento va más allá de la percepción general.
Si bien es cierto que a la mayoría de ellos no les gusta socializar, los autistas deben ser integrados a la familia y a la sociedad y evitar los tabúes que existen al respecto de este trastorno.
El autismo es un síndrome que afecta la comunicación y las relaciones sociales y afectivas del individuo. Es un trastorno que persiste a lo largo de la vida, da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje, la comunicación, las competencias sociales y la imaginación.
Así son
Físicamente, se trata de personas que no tienen un rasgo determinante. A veces presentan problemas conductuales (están en una esquina, hacen berrinches, o se tornan agresivos).
Tienen movimientos estereotipados (se mecen, se ven las manos, etc.), son rutinarios, tienen intereses muy específicos.
En cuanto al lenguaje, algunos no hablan o presentan lenguaje ecolalia (repiten mucho).
Sistema educativo
Hace poco, fue una resolución de la Sala Constitucional la que falló a favor de Alejandro Chaves, quien padece autismo, para que pudiese estudiar en la escuela en la que se estaba.
Pero existe una oferta educativa en el país para las necesidades de esas personas.
Los niños son tratados en la Escuela Neuropsiquiátrica Infantil, sin embargo, para los mayores de 20 años no había un sitio en el que pudiesen estudiar, por lo que se creó al Asociación Costarricense de Padres y Amigos de Personas con Autismo (Ascopa).
La vida de un adulto
Marco Cruz tiene 26 años y es un amante de la música. Desde que se despierta hasta que se acuesta le gusta escuchar la radio en su emisora favorita.
Según su madre, Maribell Madrigal, en Ascopa le dieron las herramientas necesarias para que él se desenvolviera con toda normalidad.
“Mi hijo sabe cocinar, de hecho hace mucho que yo no cocino, y cocina muy rico”, afirmó.
Según Madrigal, él se desempeña como cualquier persona normal.
“Él ha madurado. Antes no lo podía llevar ni a misa. La gente se le queda viendo a uno”, confesó Madrigal.
Su madre comentó la necesidad de informar a la población sobre el autismo, ya que una vez hasta fueron víctimas de agresión física.
“Mi hijo empujó la esposa de un taiwanés y éste lo agredió. Yo traté de explicarle que era autista, pero no hubo manera”, comentó.
Mitos
Viven encerrados en su propio mundo. Esta afirmación es de las más comunes y es falsa. Son las personas las que los encierran en un mundo al apartarlos de la sociedad.
Son personas que no expresan sentimientos. Otra creencia errónea. Si a un autista no se le expresa cariño, él no dará amor. Ellos no mostrarán sus sentimientos si las otras personas no se les acercan.
Siempre se están meciendo, y tienen retardo. Esas dos características no son ciertas en todos los autistas. Algunos presentan este tipo de movimiento, sin embargo no es el caso general.
Son inteligentísimos. Se les suele vincular con la creatividad y con niveles elevados de inteligencia; sin embargo, ellos tienen un coeficiente intelectual igual o un poco superior al promedio.
Es incorrecto pensar que cuando una persona con autismo no responde a un asunto o no sigue las instrucciones que antes atendió de manera correcta, es para llevar la contraria a los demás.
Autistas necesitan terapia cuanto antes
Entrevista a Norma Naranjo, terapeuta del lenguaje
¿Qué es lo que causa el autismo?
Aún no se conoce con exactitud cuál es la causa principal, pero se ha dicho que son razones genéticas.
¿Desde qué momento se puede detectar?
Desde edad temprana, se puede hacer un diagnóstico a los tres años. Cuanto más temprano se haga, es mejor.
¿Quién está facultado para hacer esos diagnósticos?
Los neurodesarrollistas, los neurólogos y los psiquiatras infantiles.
¿A quién afecta más, a los hombres o a las mujeres?
En el varón hay de tres a cuatro probabilidades más de tener este trastorno que en las mujeres.
¿Qué recomendaciones hay para los padres?
Se debe llevar al especialista si a los 12 meses no balbucea, ni hace sonidos. Después, a los 16 meses si no habla palabras y a los 24 si no logra decir frases cortas.
Le diagnosticaron autismo cuando tenía tres años y desde que tiene 12, su mente se ha convertido en una cámara fotográfica. Y es lo que le ha hecho famoso en todo el mundo.
Aprendió a hablar a los nueve años, pero se comunica con los demás por medio del papel desde los cuatro años.
Se trata de Stephen Wiltshire, un inglés que es llamado la “Cámara humana”.
Este sobrenombre se lo debe gracias a que el artista puede plasmar cada detalle de las ciudades que visita en una hoja de papel.
De esta forma, localidades como Nueva York, Tokio, San Francisco, Madrid y muchas otras han sido captadas por su cerebro, para luego hacer una réplica exacta en el papel. A su mente solo le bastan tres minutos para grabar cada detalle, y luego reproducirla fielmente.
Sus profesores conocieron su talento cuando tenía 12 años y realizó una réplica del Big Ben.
Quienes le conocen lo describen como una persona que habla pausadamente, no mira a los ojos y sus respuestas son muy cortas y simples. Esos son típicos rasgos que presentan las personas autistas.
Cambiarle su ruta usual, o las visitas inesperadas, son los motivos suficientes para que Betzabé Villalta manifieste su disconformidad.
“Es que ella es muy estructural y hay que explicarle si se va a hacer un cambio, si no, se molesta”, comentó su madre, Mercedes Gutiérrez, quien su diario vivir transcurre llevándola a la escuela y ayudándola a vender su bisutería.
Betzabé es una joven de 15 años, que fue diagnosticada como autista desde que tenía ocho meses de edad.
“Nos dimos cuenta porque lloraba mucho, eso no era normal, pero inmediatamente la puse en terapia del lenguaje”, comentó la madre.
Según Gutiérrez, en el primer año balbuceaba, pero después se calló hasta que cumplió siete años. "Le pedía a Dios que le hiciera el milagro de comunicarse conmigo", admitió Mercedes.
Según su madre, a Betzabé no le gusta estar en un sólo asunto por mucho tiempo. “Al ratito se cansa, es impredecible”. Mercedes afirma que su hija es muy sociable. “Le encantan el karaoke y las fiestas, algo que no es usual en los autistas”, comentó, mientras Betzabé dijo la palabra karaoke.
© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.