Isaac Zúñiga Keith
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Ayer, bien resfriado, estaba deseando estar bajo las cobijas o bien estar tomándome una buena limonada caliente. Todo eso, menos estar viendo el juego que protagonizaron Alajuelense y Cartaginés, en el debut de ambas escuadras en el torneo de Invierno 2010, y con victoria manuda sin apelaciones 2-0.

Así es, amigo lector, les soy sincero, pero ojo, aclaro: ese era mi pensamiento al finalizar la primera parte del compromiso, aburrido, lleno de imprecisiones por ambas escuadras, con dos expulsiones y escasas emociones en ambos marcos.

También, pese a que en la cancha, la Liga puso a siete jugadores hechos en su cantera en la alineación titular, entre ellos el debutante en Primera Diego Calvo, de buen accionar, escurridizo, luchador y que incluso la tuvo para anotar o un José Salvatierra por la banda derecha, quien banqueó a Carlos Clark, el estelar la temporada anterior.

Igual, sabiendo que era la primera prueba ya en serio del nuevo técnico manudo Óscar Ramírez, con la misión de volver a ilusionar a toda la afición rojinegra resfríada que añora festejar un título que se le niega desde hace cinco años, al mismo tiempo que esperaba un Cartaginés de Johnny Chaves proponiendo (me defraudó al final), no como aquel de Juan Luis Hernández Fuertes que se llegaba a encerrar a todo lado.

Por dicha, en el complemento las cosas cambiaron, sobre todo en el accionar de la Liga, de seguro gracias al jalón de orejas o las correcciones que les dio el “Machillo” Ramírez a sus jugadores.

Me despabilé con las corridas y el peligro que generó Marco Ureña, enchufado en el segundo tiempo, con el gol de Cristian Oviedo, aprovechando la mala intervención del arquero brumoso Luis Torres al minuto al 58’, o el golazo de pierna zurda del exgeneraleño Juan Grabiel Guzmán, fuera del área, en su primer partido oficial vestido con la casaca rojinegra, tres minutos más tarde, para sellar el triunfo manudo.

La Liga fue más equipo en la cancha, fue la que propuso, intentó darle buen tratamiento a la pelota, con velocidad, buscando intensidad de juego. Cartaginés, en cambió dejó mucho que desear, muy timorato.

Al final, la tos, el frío, los escalofríos, las ganas de estar en mi cama y el aburrimiento que sentía antes del pitazo inicial, se me fueron quitaron, aunque sigo resfriado.

“Les dije que iba a anotar”

Entrevista a Juan Gabriel Guzmán, refuerzo de la Liga (Radio Columbia)

¿Pensó que iba a debutar con gol en su primer juego oficial con la Liga?

Sí, la verdad que le dije a mi mamá, a mi novia y a un compañero que con ese taco iba a hacer un gol, y gracias a Dios se me dio así.

Tuvo que jugar incluso de defensa tras las expulsión de Elías Palma. ¿Se sintió cómodo?

Sí me tengo que poner de portero lo haré, hay que trabajar por el equipo, dónde sea, y por dicha se nos dio el triunfo.

¿Sueña ahora con anotar en el clásico?

Ojalá, eso es lo que uno espera.