Miguel Calderón Suárez
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Acosta.- Los supuestos abusos sexuales por parte de 11 hombres –entre ellos tres menores de edad– contra dos hermanas de 11 y 14 años, mantienen consternados a los vecinos del barrio Cerro Verde en San Ignacio de Acosta.
Según los lugareños, los muchachos, quienes mantienen una fuerte amistad entre ellos, se veían con las niñas los viernes, sábados y domingos en horas de la tarde en una poza del río Jorco.
Ahí aprovechaban la privacidad y lejanía del lugar para cometer los supuestos abusos contra las menores, quienes, según la denuncia planteada por la maestra de una de ellas, les practicaban sexo oral, entre otras cosas.
Martín Mora, quien vive en dicho barrio, afirmó que “aquí nunca se ha visto algo así. Para todos nosotros fue un bombazo. Es algo lamentable. Me duele por el cantón de Acosta, que queda por los suelos”, señaló.
“Esto no es un pueblo de violadores. Aquí hay gente humilde, trabajadora, amigable”, agregó.
Muchos vecinos sabían
Al parecer, un hombre de 32 años, casado y con dos hijas, era quien, en repetidas ocasiones, organizaba los encuentros para, al parecer, abusar de las menores.
Ana Mora, familiar de uno de los sospechosos, dijo que los encuentros se daban después de que las niñas salían de clases. “Ellas citaban a los muchachos a la poza. Me consta porque en una ocasión fui testigo de eso. La menor de las hermanas andaba detrás de varios de los jóvenes involucrados”, expresó la familiar de uno de los implicados.
Trascendió que la más joven de las víctimas, cursa todavía la primaria y su hermana de 14 años estudia en el colegio. Quien denunció lo que estaba sucediendo fue la maestra de la escolar.
Yamileth Cisneros, vecina del lugar, dijo que “esas menores llevaban una vida de abandono. Su madre llegaba todos los días a la 1 a.m. porque trabaja en un bar. Ellas pasaban la tarde y la noche solas, sin cuido”, manifestó.
El padre de las menores, quien trabaja como porteador, aseguró que sus hijas fueron abusadas.
“Yo les insistía que no fueran a esa poza, pero siempre iban. Se escapaban cuando estaban solas”, contó el padre de ambas.
Mientras tanto, las niñas permanecen en un albergue del PANI, totalmente separadas de sus padres. La institución informó que en este momento se encuentra en la búsqueda de personas que cuiden a las ofendidas, pues no quieren que las jóvenes regresen al barrio donde vivían.
Por su parte, los 11 denunciados, detenidos el pasado jueves, quedaron en libertad bajo medidas cautelares, entre estas, mantener domicilio fijo, no salir del país y firmar cada 15 días.
Ocho de los involucrados mayores de edad son de apellidos Arias, Ríos, Rojas, Ramírez y Araya y tres de ellos son apellidados Mora. Todos los sospechosos tienen entre 15 y 45 años.
Secreto a voces
Sandra Hernández, Hermana de sospechoso.
“Es una injusticia lo que hicieron con mi hermano. A mí me consta que esas niñas venían a buscarlo todos los días”.
Jorge Mora, Vecino.
“Esto era un secreto a voces: todo el pueblo sabía lo que estaba pasando, pero nadie se atrevía a denunciarlo”.
Poza de narcos y prostitución
Los vecinos de Cerro Verde comentaron que la poza donde ocurrían los supuestos abusos, es el centro de reunión de varios vendedores de droga de la zona, quienes por las noches, según dijeron, convocan a prostitutas para sus servicios.
El sitio está ubicado en una finca propiedad de un beisbolista estadounidense, quien no vive en el lugar.
En un recorrido realizado por un equipo de Al Día en el sitio, se encontraron varias cajas de preservativos.
“Me siento culpable”, dice madre de niñas
La madre de las niñas ofendidas, asegura sentirse culpable por todo lo sucedido.
“Me arrepiento de haberlas dejado solas”, dice la mujer de 33 años, quien afirmó que sus hijas se le escapaban cuando regresaban del colegio y de la escuela, pues quedaban solas durante la tarde y la noche.
“Yo trabajo en un bar en el centro de Acosta. Por lo general llego tarde a mi casa”, dijo.
“Recuerdo que las niñas me pedían permiso para ir a la poza, pero yo siempre les dije que no fueran porque era peligroso. Nunca me hicieron caso. Creo que no merezco esto. Me considero una buena madre”, finalizó.
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