Angie López Arias
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La Viagra, la pastilla azul que causó una revolución sexual, llegó para quedarse y salvar millones de relaciones a punto de morir por culpa de la impotencia.
Esta píldora es casi “mágica” para muchos y aunque el temor de graves efectos secundarios rondó luego de su lanzamiento en 1998, hoy se sabe con certeza que es un fármaco seguro.
Sin embargo, como todo medicamento requiere la valoración de un médico para ser prescrito.
El lunes pasado un hombre falleció en un motel ubicado en San Francisco de Dos Ríos, al parecer, por consumir Viagra y nitratos. Pero la causa de muerte todavía no está determinada.
“No es un producto de venta libre. Como todo medicamento requiere el criterio profesional para ser indicado”, explicó Genaro Cuesta, gerente médico de Pfizer para Centroamérica y el Caribe.
La mezcla de Viagra con medicamentos llamados nitratos (productos para tratar males cardiacos) puede ser riesgosa. Quien los consume tiene contraindicada Viagra, no por la pastilla en sí, sino por la interacción con estos fármacos.
“Todo hombre con problemas de disfunción eréctil debe consultar con el médico. Si no lo hace, se pone en riesgo”, agregó Cuesta.
Al pie de la letra
María Luisa Ávila, ministra de salud, recordó que la Viagra nunca ha sido de venta libre, precisamente para evitar los abusos y usos incorrectos de la misma.
“Se han presentado situaciones en que hasta muchachos jóvenes que no la necesitan, han usado Viagra. Por eso se requiere prescripción médica”, dijo.
José Ardón, urólogo, aseguró que las farmacias solicitan receta, pero muchos buscan“brincarse” esa restricción para tomarla irresponsablemente.
“Después de 12 años de la aparición de la Viagra y con el miedo que había de que la pastilla podía provocar infartos, hoy sabemos que es sumamente noble”, manifestó.
Mauro Fernández, del Instituto Costarricense de Sexualidad, indicó que también lo riesgoso de consumir la píldora, sin el consejo profesional, es que la causa de fondo no es tratada.
“Lo malo es que si no se descubre la causa de fondo como diabetes, hipertensión o un mal hormonal, el problema sigue”, añadió.
Según Fernández, 80 por ciento de los pacientes que toman Viagra lo hacen automedicados.
“Esto es muy negativo y riesgoso, por nuestro desorden, no por el medicamento”, aseveró.
Signo de alerta
La disfunción eréctil no siempre está relacionada con la edad, como se pensaba, pero sí está ligada a otros males de las arterias.
Este padecimiento es en realidad el signo de que existe un daño vascular que se produce como consecuencia del endurecimiento de las arterias (aterosclerosis).
La situación hace que llegue menor cantidad de sangre a los tejidos y como las arterias del pene son tan pequeñas, éstas son las que primero se ven afectadas.
“Los estudios dicen que quien tiene un problema de erección tiene alta probabilidad de sufrir un derrame o infarto en los próximos cinco años”, advirtió.
Se estima que 50 por ciento de los hombres mayores de 40 años tienen algún grado de disfución eréctil.
Muy buscadas
35 millones. Es el número estimado de pacientes que ha tomado la tableta desde su lanzamiento a nivel mundial.
233 millones. Es la cantidad de recetas emitidas aproximadamente desde su incursión en el mercado.
2 mil millones. Cifra total de tabletas dispensadas desde 1998.
6 tabletas. Número estimado de tabletas vendidas por segundo en todo el mundo.
3 hombres. Solo esa cantidad de varones por cada 10 que sufren disfunción eréctil busca ayuda para su padecimiento. Fuente:Pfizer
Tres fármacos para un mal
En el mercado existen tres tipos de medicamentos para tratar la disfunción eréctil.
Se trata de Viagra, de la farmaceútica Pfizer, Cialis, de la compañía Lilly, y Levitra de la empresa Bayer.
Todos son prescritos para tratar el mal.
Según el sexólogo Mauro Férnández, cada producto tiene indicaciones específicas. De ahí la importancia de la valoración profesional.
Cuando una relación es programada se puede prescribir Viagra una hora antes del encuentro sexual.
Levitra es, dijo Fernández, para lograr una respuesta inmediata. Mientras Cialis es para hombres con una vida sexual “florida e intensa”.
“Las dosis y las prescripciones de cada uno de los medicamentos depende del paciente. Por eso no puede haber venta libre”, dijo.
El experto explicó que la disfunción eréctil se puede manifestar por una erección no firme, dificultad para lograrla o la imposibilidad de alcanzarla y además sin la rigidez requerida.
“Antes decíamos que la disfunción era una incapacidad para lograr una erección que permitiera una relación sexual satisfactoria, pero esa es la última etapa de la impotencia”, aseguró.
“Hoy entendemos que es una falla en la firmeza, duración o en la rigidez del pene que genera inseguridad al momento de la relación sexual”, agregó.
Ante estos síntomas, el hombre debe consultar con su médico para tratamiento.
Un antes y un después de la pastilla azul
Minientrevista al Dr. Mauro Fernández, sexólogoMinientrevista al Dr. Mauro Fernández, sexólogo¿Por qué la Viagra ha causado tanta revolución?
Viagra es lo que se denomina la tercera revolución y le valió el Premio Nobel de Medicina a quienes idearon su función.
¿Hay un antes y un despúes de la aparición de la Viagra?
Sí, se convirtió en un fenómeno de grandes dimensiones, caló muy profundo en la gente y permitió que se hablara de sexo.
¿Qué tan efectiva es?
Va a depender si la causa de fondo está muy avanzada. El paciente va a responder bien en el tanto la enfermedad de fondo esté bajo control.
¿Es una pastilla segura?
Es un medicamento, y como tal amerita prescripción médica y valoración del paciente. Bajo esas cordenadas, es seguro. El problema es que en muchos países se vende sin receta.
¿Cómo se trataba antes la disfunción eréctil?
Primero que todo el paciente ni siquiera consultaba. Antes, de 100 consultas que recibíamos, tres eran por impotencia. Ahora son alrededor de 70 de 100.
Mitos
Fuente:Pfizer
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