Felipe Arrieta, colaborador
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Hablar de Tony Curtis, no es sólo mencionar que fue uno de los galanes más cotizados de la industria del cine en las décadas de los 50 y 60.

Detrás de sus éxitos en las pantalla, hay una historia con un duro inicio y bellas mujeres.

Bernard Schwartz, verdadero nombre de pila del artista, nació en Nueva York el 3 de junio de 1925.

Tony creció en un hogar humilde y a muy temprana edad era miembro de una pandilla callejera.

“De donde vengo, un buen aspecto es un pasaporte para salir del basurero”, dijo en cierta ocasión Curtis, quien con el “basurero” se refería al Bronx, un conocido barrio de Nueva York.

En 1949 hace su primera película, “City across the river”, donde se interpreta a sí mismo, un chico de la calle.

Esta producción le abrió las puertas del éxito, esto a pesar de ser criticado en sus inicios por ser un tipo atractivo sin talento.

Pero Curtis demostró todo lo contrario en películas que se convirtieron en clásicos como: “Espartaco” o “Fugitivos”, con ésta última alcanzó una nominación al premio Oscar, como Mejor Actor.

Pero definitivamente el filme que consagró a Curtis como estrella fue “Con faldas y a lo loco”, el cual protagonizó junto a Marilyn Monroe en 1959.

Esta producción es recordada por el supuesto romance que mantuvieron Monroe y Curtis, durante la fimación.

Ahora Curtis aprovecha ese romance con la sexy rubia para aumentar las ventas de su autobiografía, que lleva el mismo nombre de la película.

“Cuando estaba en la cama con Marilyn nunca estaba seguro, ni antes, ni durante ni después de dónde estaba su cabeza, ya que ella era actriz y podía estar interpretando su papel en todo momento”, confesó Tony en su libro.

La estrella se casó en seis ocasiones, su primera esposa, la más famosa, era la actriz Janet Leigh, con quien estuvo casado 11 años y tuvo dos hijas: Jamie Lee Curtis y Kelly Curtis, ambas actrices.

En los últimos años Tony descubrió su pasión por la pintura, sus cuadros se exponen en galerías y se venden por miles de dólares.

Curtis acaba de cumplir 85 años con su salud deteriorada y en silla de ruedas pasa sus últimos días.