Edgar Fonseca, director
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El Príncipe de Asturias se robó el corazón de nuestro pueblo.

Ortega y su mujer, la rechifla.

Y Arias vitoreado.

De los grandes retos de la presidenta Laura Chinchilla: profundizar la senda de apertura y de modernización en que la anterior administración enrumbó al país.

“Trabajaremos por una Costa Rica más innovadora… más emprendedora”, se comprometió la presidenta.

Y con el doctor Franklin Chang, entre sus invitados de honor, aludió a la industria aeroespacial que hoy echa raíces desde la vieja hacienda La Flor en Liberia.

Mantener ese norte innovador y emprendedor, visionado por los forjadores de esta nación; visionado por sus boyeros –homenajeados con justísima razón esa mañana – que con aquellas primeras exportaciones abrieron este país al mundo; consolidar esa senda que hoy nos tiene a la conquista de mercados en América del Norte, Asia, África o que se abre al espacio, es uno de los grandes desafíos de la nueva mandataria.

Impulsar esa transformación, esa integración multilateral del país para multiplicar las oportunidades a las nuevas generaciones es la gran expectativa sobre la que surcará la nueva administración.

Parte de una sincera actitud de diálogo que doña Laura exhibe, de buena fe, dispuesta a acuerdos nacionales pero sin que ello le implique renunciar a gobernar y decidir, como también lo exige la democracia y ella misma lo reconoció la mañana de su histórica investidura.