Carlos Láscarez S.
Miguel Calderón
clascarez@aldia.co.cr
miguel.calderon@aldia.co.cr
Escazú.- Un bombazo. Un estruendo. Una avalancha. Y, en instantes, la mayor tragedia reciente en el país golpeó a medianoche del miércoles a los vecinos de calle Lajas de San Antonio de Escazú, con un saldo al cierre de edición de 20 muertos, al menos 10 desaparecidos y un poblado arrasado de la noche a la mañana
El drama se vivió a las 11:40 p.m., en las faldas del cerro Pico Blanco mientras sus pobladores dormían. Entre las víctimas, el OIJ confirmó que se trata de ocho mujeres, seis hombres y seis menores de edad.
Diez de las personas fallecidas que ya fueron identificadas son Miguel Ángel Ureña Ureña, de 60 años; Cristina Solís Acuña, de 27; Seidy Patricia Marín Sandí, de 31; Inés María Ureña Mora, de 18; Haydeé Marín Marín, de 56; Gilberto Morales Herrera, de 28; Carmen Marín Marín, de 24 y sus hijas Joselyn, Hilary y Stacy Marín Marín.
Al menos otras 13 personas permanecen desaparecidas, aunque esta cifra podría aumentar una vez que finalice con el censo previsto en los albergues, informó la Comisión Nacional de Emergencias.
Del cerro Pico Blanco a calle Lajas, el alud efectuó un recorrido de unos dos kilómetros que a su paso devastó todo lo que encontró de frente, dijo Geovanny Herrera de la Cruz Roja.
Estruendo y muerte
Ismael Morales Espinoza, uno de los sobrevivientes, recordó: “Se escuchó como que venía un avión de arriba y cuando sentimos fue el bombazo. No nos dio tiempo de salir por el frente y corrimos hacia la cocina. Llovía fuerte. Vine a visitar a mi esposa. Los niños de dos y nueve años estaban asustados, ya que la luz y el agua se fue”, afirmó.
Ana Segura Badilla, quien descansaba en su casa junto a su hija Yorleny y dos niños, dijo que “lo primero que hicimos fue sacar a dos niños de cuatro y siete años”. Afirmó que perdió su casa, producto del esfuerzo de 15 años.
“Nos quedamos con lo que andábamos puesto apenas”, dijo .
Según sobrevivientes, desde el cerro se escuchó un fuerte estruendo y luego la avalancha de lodo, piedras y palos que sepultó por completo 17 casas. Con los primeros rayos del sol se descubrió la verdadera magnitud de la tragedia, una vez que patrullas de Cruz Roja, bomberos, Fuerza Pública, unidad canina especializada y vaqueanos recorrieron la zona devastada en busca de víctimas y sobrevivientes que permanecían aislados.
De los fallecidos, cuatro pertenecen a una misma familia, que sería una mujer adulta, un joven de 25 años y dos hombres, aseguró Herrera, de la Cruz Roja.
Otros barrios afectados fueron Chaparral y barrio El Carmen, donde se instaló el puesto de mando de los cuerpos de socorro en la escuela local.
La solidaridad de los vecinos se multiplicó cuando decenas de vecinos se sumaron al rescate.
Tiene hermanos perdidos
Wálter Zúñiga Mora mantenía ayer la esperanza de encontrar los cuerpos de sus hermanos Adonay y Manuel Zúñiga, de 40 y 39 años, a quienes la correntada se les llevó la casa donde ambos habitaban.
Ellos se dedicaban a la agricultura y tenían entre 15 y 20 años de habitar en el calle Lajas.
“Nunca nos comunicaron de que algo así podía pasar. Lo que hoy está lleno de barro era en el pasado una calle. Salí al corredor de la casa, alumbré con un foco y las casas ya no estaban”, relató con asombro e indignación.
Fosas para 20 personas
El alcalde de Escazú, Marco Antonio Segura, dijo ayer que tras una revisión los geólogos no prevén nuevas cabezas de agua en las próximas horas.
Agregó que desde la tarde de ayer se empezaron a cavar 20 fosas en el cementerio de Escazú. Los servicios fúnebres serán financiados por una funeraria que correrá con todos los gastos.
Juan José Andrade, director de la Fuerza Pública, pidió a las personas ajenas al lugar que no ingresen a la zona de desastre”.
Al sitio se presentaron 112 efectivos de Fuerza Pública, Policía Municipal de Escazú, 45 socorristas con 14 unidades de varias sedes de Cruz Roja, decenas de agentes judiciales y bomberos.
Asombro
La tragedia de ayer devastó a todo un pueblo. Al menos 80 personas fueron evacuadas.
Cristian Chaves, perdió a tres.
Tengo una abuela, una tía y un tío que están desaparecidos. Cuando me informaron de la tragedia no lo podía creer. Fue muy duro”.
Luis Ureña, hermano Miguel.
Miguel Ángel era el mayor de cinco hermanos. Se me murieron dos sobrinos. El domingo habíamos conversado y vacilado mucho”.
Ismael Morales, sobreviviente.
Me agarró desprevenido. Estábamos tres niños y dos adultos. Se escuchó como un avión y luego se vino el bombazo”.
© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.