Martes 9 de noviembre de 2010, San José, Costa Rica
Nacionales | Solo una víctima faltó de encontrar en Calle Lajas / Galería de fotos de la tragedia
Cesan rescate de Cristina
La gente sigue traumatizada por la pesadilla que vivió/ Buscan objetos que no hayan sido destruidos por avalancha
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    Vera Solís buscó ayer por más de una hora a su hermana Cristina, quien no apareció tras cinco días de búsqueda. Galería de fotos de la tragedia
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    El rosario lo cargó con fuerza todo el día. Meylin Aguilera.
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    Esta casa de adobe había resistido 80 años. Ayer el barro la cubría más de medio metro. Meylin Aguilera.
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    Vehículo que extrajeron del barro con el fin de venderlo para ganar algún dinero. Meylin Aguilera.

Carlos Láscarez S.
clascarez@aldia.co.cr

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Calle Lajas, Escazú- Durante el quinto día consecutivo de búsqueda, la tierra se negó ayer a devolver el cuerpo de Cristina Solís Acuña, de 27 años, pese a que sus hermanos Vera y Juan se integraron a una patrulla conformada por policías, cruzrojistas, bomberos y agentes del OIJ.

Horas después, los diferentes cuerpos de emergencia anunciaron que se retiraban de la zona, luego de varios ingresos al sitio devastado sin obtener pistas del paradero de Cristina Solís.

Jesús Escalona, encargado del mando de Cruz Roja, comentó a las 5 p.m. que se cumplieron con todas las fases que conllevan una búsqueda de tal magnitud. Agregó que la zona ya ha sido barrida cuatro veces sin obtener ningún resultado positivo.

Desde las 8 a.m. a Vera le facilitaron un chaleco salvavidas y un casco, que nunca se soltó durante el recorrido hasta lo que fue la casa de su hermana, de la cual solo quedaron destrozos tras la mortal avalancha de las 11:40 p.m.

Junto a un policía, efectuó el recorrido en lo que quedó de calle Lajas, quien le sirvió de consuelo y apoyo cada vez que se derrumbaba y volvían los recuerdos.

“Ilusiono que se haga la voluntad de Dios. Si ella quiere quedarse que se quede. Hacemos lo humanamente posible. Ella me dice que está tranquila y bien. Era mi hija, mi hermana, mi princesa y mi corazón siente paz”, comentó mientras caminaba con un rosario amarrado en la mano izquierda y un improvisado bordón.

Metros más abajo y un poco más alejado de la patrulla caminaba su otro hermano Juan Solís, quien aseguró que su familia ansía que aparezca, para darle cristiana sepultura en Escazú.

“Mi madre le pide a Dios que aparezca. La última vez que hablé con mi hermana fue el domingo trasanterior, cuando llegó a la casa. Era la menor de siete hermanos. En mi trabajo me dieron libre para buscarla”, relató.

A quien sí despidieron ayer a las 3 p.m fue a Sebastián Porras, de 4 años, hijo de Cristina, a quien esperaban sepultar junto a ella.

La pesadilla sigue

Algunos vecinos de barrio El Carmen y calle Lajas buscaban ayer entre los escombros de sus casas alguna pertenencia o hasta las limpiaban con el agua sucia que descendía desde la montaña, ya que aún no cuentan con el servicio de agua potable.

El ebanista Martín Jiménez aseguró ayer que lo que no podrá olvidar son los gritos de terror y desconsuelo frente a su casa. Aunque al inicio pensó que se trataba de un pleito, al salir vio que había una pareja que sostenía con ambos brazos a una pareja de hijos.

“Era impresionante. En la avalancha iban hombres y mujeres que daban gritos. Eso no se me olvida. Si uno se metía a esa masa de unos 7 metros era muerte segura. No recuerdo caras porque era de noche, solo los gritos desesperados”, comentó ayer con asombro.

Francisco Jiménez, otro lugareño, afirmó que nunca recibieron alerta de algún riesgo de deslizamiento.

“Aún recuerdo los gritos de las mujeres y chiquitos. No puedo dormir tranquilo. Mi reacción fue jalar a mis dos papás y jalarlos para escapar entre la montaña. Fue muy fuerte regresar y no conocer dónde usted vive”, dijo mientras barría el corredor.

Quien también corrió apuros para sacar lo que quedó de su vehículo fue Ricardo Marín León, quien dijo que debajo de ese carro murieron sus tres sobrinas. En total perdió a 13 familiares.

“La idea es sacarle el motor para venderlo. Me ganaba la vida pirateando. De mis sobrinas recuerdo que siempre en las mañanas jugábamos”, aseguró ayer.

No salen del asombro

José Manuel Chavarría, vecino.

Teníamos 6 años acá. Esa noche salimos descalzos y con un foco. Logramos llegar hasta un llano. Eso nos salvó”.

Ernesto Alvarado , lugareño.

Este barrio quedó hecho otra cosa a lo que era antes. La casa de adobe donde todos nacimos quedó destruida”.

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Vera Solís.

Martín Jiménez, afectado.

Iban hombres y mujeres que gritaban en medio de la avalancha. Jamás olvidaré esa imagen. Acá era lindísimo antes”.

Vera Solís, hermana de Cristina Solís.

Ilusiono que se haga la voluntad de Dios. Hacemos lo humanamente posible. Si ella se quiere quedar aquí, que se quede”.

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  • En total los cuerpos de socorro lograron rescatar 23 cuerpos. Videos: Carlos Láscarez

 
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