Allan Andino
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“Nunca voy a cambiar”. Así se excusó el artista Julio Iglesias luego de los tres besos que repartió en la boca a dos de sus coristas y a su bailarina de tango.

Con una audiencia satisfecha luego de dos horas de “show” el miércoles, Iglesias se retiró al ritmo de “Me va” a las 10:25 p.m. y se quedó un rato compartiendo en los camerinos del Palacio de los Deportes en Heredia.

“Se reunió con algunos amigos. El expresidente Óscar Arias, junto a su comitiva, fueron a saludarlo. Después se fue al hotel y salió al aeropuerto, rumbo a Punta Cana”, señaló Karolina Sánchez, vocera de Magic Dreams.

“Vino para mi primer gobierno, hemos coincidido en varias ocasiones. Cenamos el martes en el Intercontinental, fue muy divertido, hablamos de las elecciones en Estados Unidos, de la política en España. Me dijo que estuvo en Egipto y pasó varios días aquí”, contó Arias.

Fieles seguidores

El presidente de la Asamblea Legislativa Luis Gerardo Villanueva y el exmandatario Óscar Arias observaron de cerquita al cantautor español. Ellos no se perdieron detalle del “show” y llegaron con un buen grupo de amigos, entre los que estaba la defensora de los Habitantes Ofelia Taitelbaum.

“De aquí no me muevo”

Bien sentadito y casi en primera fila encontramos al exdirectivo manudo y ahora caza talentos Iván Mraz, en el área VIP del Palacio de los Deportes. Con esa postura estamos seguros que estaba a la espera de un gran recital.

Con mamita... la original

El productor de conciertos Don Stockwell llevó a su mamá a cantar cerquita del español. Su esposa, la venezolana Carolina Tejera, no asistió pues está grabando una novela en Miami.

Atractiva distracción

En las afueras del Palacio previo al concierto, dos bellas siluetas de negro se notaron a la distancia en el “stand” del BAC San José. Experiencia y juventud combinaron a las modelos Marisol Oliver y Johanna Solano, quienes recibieron a los asistentes muy cerca de las áreas de acceso.

“Me quedé aquí tres días para conocer a la gente. Costa Rica es el paraíso del futuro. Yo no estaré aquí, pero mis hijos sí”, fue uno de los tantos elogios que expresó Iglesias.