Juan Diego Villarreal
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La oscuridad reinó anoche en el estadio Lito Pérez, no solo por los apagones en el fluido eléctrico de la casa porteña, sino por el poco fútbol que mostraron Puntarenas y Saprissa que al final igualaron pobremente 1-1.

Emociones escasas, si acaso los goles despertaron de la desidia a los aficionados, quiense se acercaron al reducto arenero y que sin duda se marcharon desilusionados anoche con el accionar de los equipos, en el compromiso de reposición de la fecha 10. Saprissa sigue sin ganar de visita en el Torneo Invierno, apenas su segundo punto cosechado fuera de la “Cueva”. Además los tibaseños sumaron su décimo partido consecutivo sin ganarle al Puerto en la llamada “Olla mágica”.

Mientras tanto, los porteños frenaron al menos una seguidilla de cuatro derrotas al hilo, aunque como locales sigue vulnerables y dejando valiosos puntos en el camino.

Cuatro toques del balón 39 segundos de acción y Jairo Arrieta ya celebraba la primera conquista del juego en el Lito Pérez.

Parecía un tanque de oxígeno para los capitalinos que siguen en cuidados intensivos, y que de visitan no ven una.

Los morados despegaban en su accionar, hasta que un apagón de casi 20 minutos, situación que se repite en el fútbol nacional, primero en el Morera Soto del Alajuela y la semana anterior por rayería, en el estadio Ricardo Saprissa, que dejó a los 22 actores sin más remedio que esperar a que regresara el fluido eléctrico. El retorno de la luz, al menos en la primera parte fue para observar como el central Randall Poveda expulsó en forma injusta al volante José Luis López, al apreciar una falta inexistente sobre el puntarenense Pedro Leal.

La chispa encendió el ímpetu porteño, pero no fue suficiente por la ineficacia e inoperancia frente al marco del guardameta Mínor Álvarez, quien ayer sustituyó a Fausto González.

Antes del arranque del complemento de nuevo las tinieblas se adueñaron del compromiso, mientras se hacían “maromas” con una varilla para intentar prender un transformador y devolver la iluminación.

El chispazo puntarenense se dio en el complemento cuando Leal es derribado dentro del área por el joven Juan Bustos y el central Poveda, decretó sin titubear la pena máxima

Emmanuel Gaitán, el mexicano, logró engañar al meta Álvarez y emparejar la cuenta al 47.

De allí hacia adelante la “oscuridad” continúo en el partido, no porque fallara de nuevo la luz, sino por el pobre desempeño de ambas escuadras que siguen en el fondo de la tabla de clasificación.