México/EFE.- La detención en México del narco Edgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, supone un nuevo golpe del Gobierno a los carteles de la droga y un respiro para las autoridades en un momento en el que se ha recrudecido la violencia en el país.

Valdez, de 37 años, nacido en Texas, EE. UU., y conocido como “La Barbie” por su cabello rubio y ojos azules, fue presentado ayer a los medios, ante los que se mostró sonriente y silencioso.

Valdez cayó el lunes en un paraje del poblado de Salazar, en los límites entre el Estado de México y el Distrito Federal, cuando se iba para una finca. En el lugar de la captura, contaba con un equipo de seguridad que de poco le sirvió, debido a que en la zona fallan las comunicaciones por celular y nadie le pudo avisar que los agentes federales esperaban su arribo.

Junto a “La Barbie”, cayeron cuatro hombres y dos mujeres de entre 18 y 40 años, a quienes les decomisaron dos fusiles, uno con lanzagranadas, nueve paquetes de cocaína, equipo de cómputo y comunicación y tres carros.

“La Barbie” era uno de los narcos más buscados por EE. UU. y México, cuya Fiscalía ofrecía $2,26 millones por su cabeza.

El capo, que traficaba alrededor de una tonelada de cocaína al mes, recientemente cobró notoriedad más por la sanguinaria guerra que mantenía con sus antiguos socios del cartel de los Beltrán Leyva que por sus actividades del narcotráfico.

Esa guerra sembró de cuerpos mutilados a los estados de Morelos y Guerrero, donde los del cartel del Pacífico, comandados por Valdez, se intercambiaban muertos y mensajes con los Beltrán.

Y también ligado a este caso, la Policía colombiana desmanteló una red de narcos vinculada con “La Barbie”, a la que la guerrilla de las FARC proveía la cocaína que enviaba a Centroamérica.