Milan/AFP/EFE. - El mercado de fichajes italiano se cerró ayer con el traspaso del delantero brasileño Robinho al Milán, una operación que confirma el desafío “rossonero” al actual campeón de Liga, el Inter, y que se suma al fichaje estrella del verano, el de Ibrahimovic.

La llegada del brasileño, que se hizo oficial a sólo una hora del cierre del mercado estival, significa que el Milán pasa a tener una de las delanteras más potentes de Europa, con la presencia, además, de Ronaldinho y Alexandre Pato.

Estos traspasos incrementan, asimismo, el interés de cara a próximos cruces en Liga de Campeones, como el ya definido en la primera ronda entre los “rossoneri” y el Real Madrid, donde Robinho jugó durante tres temporadas.

“Nuestro objetivo es ganar los títulos más importantes. Quiero entrar en la historia del club ganando la Liga de Campeones. Espero hacer felices a todos los hinchas del Milán, espero que los brasileños del equipo me ayuden a integrarme”, destacó el jugador.

Y es que llegada del astro sueco y del brasileño a Italia desató la locura en sus fanáticos y a lo interno del mismo club.

“¡¡¡Y ahora: Robinho!!!”, destacaba en caracteres la televisión del club (Milán Channel) en esta jornada, interpretando lo impensable que era la llegada de los dos “cracks” a la escuadra “rossoneri” para la nueva temporada del “Calcio”.

Como contrapartida, las filas del club milanés se quedan sin Marco Borriello, que se marcha cedido al Roma por cuatro temporadas, y sin el holandés Jan Klaas Huntelaar, que se encontrará con su ex compañero Raúl González en el Schalke 04.