Ni su talento con la música, ni ser una de las pioneras del reggae cristiano o su dedicación al trabajo le habían servido para darse a conocer, hasta que se le quemó la casa que alquilaba el año pasado.
En las imágenes de televisión no se vio a una mujer devastada, apareció su verdadero ser, una madre que ha luchado toda su vida por salir adelante. También surgió la frase con la que todo el mundo la identifica “Promete mop” o “La mop que promete”.
Pronto las oportunidades de trabajo empezaron a llegar. “Yo digo que Dios me promovió a su manera”, manifestó Temple.
Esto, pues Carlos Álvarez la llamó para que ella fuera parte del “Manicomio de la Risa” y ha sido todo un pegue.
“No le miento que al principio tenía mis dudas, porque yo le dije que yo no era comediante y me dijo que no, que me querían como era”, comentó.
Es así que ella va un día a la semana a Omega y al público le gusta mucho su participación.
“Aunque alguna gente la tilde de pandereta, ella inyecta esa energía y positivismo en las mañanas que tanto necesitamos en este país”, manifestó Álvarez.
Temple ya está alquilando en otro sitio y asegura que le va mejor. “Me contratan para animar fiestas y actividades, que es en lo que me he desempeñado siempre”, contó.
Además ella tiene un disco de reggae cristiano que grabó junto al artista Alex Orozco.
