Miami, EE.UU. / EFE - La frágil mariposa azul de Miami, que habita en los paradisíacos cayos de Florida, es desde hoy una especie protegida por las autoridades estadounidenses, que tratan así de evitar su extinción.
El Departamento estadounidense de Pesca y Vida Silvestre decidió establecer una protección de emergencia temporal sobre esta criatura, que habita en el extremo más sureste de Estados Unidos, aunque antiguamente se extendía por amplias zonas de la península de Florida.
“Para tomar esta determinación de emergencia se ha evaluado cuidadosamente la mejor información científica disponible y comercial con respecto a las amenazas pasadas, presentes y futuras que enfrenta la mariposa azul de Miami”, explicó ese departamento en un comunicado.
La intención de las autoridades es atraer la atención de ambientalistas y científicos para que aumenten las investigaciones sobre la mariposa azul y los fondos destinados a mantener su ecosistema y garantizar su supervivencia.
La protección de esta pequeña mariposa, cuyo tamaño no excede al de una uña, estará vigente durante 240 días, aunque las autoridades están haciendo las gestiones para prolongar ese plazo.
Para ello piden la colaboración de expertos e interesados, para que aporten documentación sobre investigaciones, detalles sobre su localización, fondos para su protección o incluso presión social.
A partir de ahora también será un delito tratar de atrapar alguna mariposa azul de Miami para coleccionarla, comerciar con ella en Estados Unidos o exportarla.
Una de las mayores amenazas a las que se enfrenta es a las tormentas tropicales y huracanes que durante estos meses suelen azotar al Caribe.
Se trata de un animal costero, no migratorio y endémico en el sur de Florida que antes poblaba grandes extensiones de la península floridana y que ahora tan sólo se encuentra en algunas remotas islas de los famosos cayos que salpican el sur del estado.
“La mariposa azul de Miami está en peligro de extinción debido a la influencia combinada de la destrucción de su hábitat, la ingesta de las plantas que la hospedan por parte de exóticas iguanas verdes, el daño accidental por parte de los seres humanos, la pérdida de diversidad genética y catástrofes ambientales, como los huracanes”, explicaron las autoridades.