Vivir Hoy
Sábado 27 de agosto de 2011, San José, Costa Rica

Corazón partío

Fui abusada

Karina Picado

Psicopedagoga

karinavidasana@gmail.com

Fui abusada sexualmente por un drogadicto. Y mi novio me abandonó diciendo que él no podía con esto. ¿Cómo me hizo algo así?

No tengo palabras para externarle mi profundo dolor y consideración ante estos dos duelos que está viviendo. El primero se trata de una situación traumática y ahora postraumática que debe trabajar necesariamente con la ayuda de un psicólogo clínico no para reavivar la experiencia sino para modificar los recuerdos. Fundamental es también trabajar a nivel legal y poner la denuncia para que usted sienta que se está defendiendo y reaccionando con justicia. Eso le puede dar paz. Y con respecto al hombre que era su novio y decía que la quería por más duro que sea debe aceptar que en realidad no la amaba. Lo digo porque ante un delito sexual muchas personas injustamente creen que su pareja es un objeto de su propiedad y por machismo le creen indigna de amar y de enfrentar el duelo si ha estado con otra persona, aunque sea a la fuerza.

Odio el ejercicio

No quisiera hacer nunca ejercicio, es algo con lo que sufro. Me duele todo cuando lo hago, aunque sé que es por mi salud. No lo disfruto, más bien quisiera salir corriendo.

El disgusto por el ejercicio, generalmente puede darse en dos ámbitos: el físico y el psíquico. El primero actúa de la siguiente forma: cuando uno ha estado muy sedentario dentro de los músculos se acumulan fluidos como por ejemplo el ácido láctico que en exceso produce dolores musculares. Por eso entre menos se mueva más le dolerá. El acondicionamiento físico es un proceso, pero es la única forma de reforzar su sistema inmunológico y de producir sustancias bioquímicas cerebrales como las endorfinas y dopaminas que producen satisfacción y bienestar general. A nivel psicológico debe revisar el autoconcepto de su corporalidad para ver si rechaza la forma de su cuerpo como la hace sentir.