San José/EFE.- El Gobierno de Laura Chinchilla enfrenta hoy el primer obstáculo en su intención de realizar una reforma fiscal en Costa Rica, con la renuncia de Guillermo Zúñiga, presidente de la Comisión de Asuntos Hacendarios en el Congreso, y una pieza clave del oficialismo.

Zúñiga, exministro de Hacienda de Óscar Arias (2006-2010), dijo hoy a la radio local ADN que se va porque no se siente “parte de este Gobierno” y porque no desea “ser un estorbo”.

El diputado manifestó que le explicó su situación a la presidenta Chinchilla, con quien no había tenido contacto en meses y que ella sólo le pidió que discutieran la fecha de su salida del Congreso después del receso legislativo, que termina el próximo 17 de enero.

Zúñiga dijo que no conoce el texto de la reforma fiscal que el Ejecutivo planea presentar a la Asamblea legislativa este mismo mes, a pesar de su experiencia como ministro de Hacienda y de su rol como presidente en la comisión que deberá analizar el proyecto.

El legislador manifestó sentirse “aislado” del Gobierno desde su inicio y afirmó que había decidido renunciar desde noviembre pasado, pero que diversos eventos atrasaron el anuncio de su salida del Congreso hasta hoy.

Por su parte, la mandataria declaró hoy a periodistas durante un acto público que la salida de Zúñiga no representará un atraso en los planes del Ejecutivo para avanzar en la reforma fiscal, que es el proyecto estrella del Gobierno para este año.

La propuesta pretende aumentar los ingresos fiscales en cerca de 2,5% del PIB y plantea, entre otras cosas, pasar de un impuesto de ventas a uno de valor agregado, así como gravar los servicios médicos y la educación privada.

Aunque diversos analistas afirmaron que la renuncia de Zúñiga deja descubierto fracturas serias dentro del oficialismo, Chinchilla evitó referirse a las razones por las cuales el diputado renunció y se limitó a asegurar que los planes del Gobierno se mantienen intactos.