Esteban Valerde
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Puntarenas. - Alejandro Giuntini, nuevo técnico florense, lo aceptó: ganar en el estadio Miguel “Lito” Pérez es más que motivante para cualquier escuadra, ya que verdaderamente se vive un ambiente al estilo infierno, en Puntarenas.

Los florenses estaban más que sedientos, no encontraban la gota de agua en medio del Pacífico nacional, la cual les diera la esperanza de sacar un resultado positivo.

Al Puntarenas F.C. por su parte parecía que literalmente se le había metido el “Diablo” y no necesariamente porque su técnico sea Alfredo Contreras.

El cuadro porteño mostró un gran avance en coraje y en ciertos tramos del partido en su nivel de juego, al punto de dominar al subcampeón nacional y hacer de Leonel Moreira, portero del Herediano, la figura del encuentro.

Pero como bien lo dice el trillado dicho “el que perdona pierde”, los “chuchequeros” no fueron contundentes, los rojiamarillos vieron la luz en medio de la insolación, cuándo el colombiano Óscar Briceño anotó el único gol del partido, que significó el respiro en medio de la sequedad.

Uno de los asistentes técnicos de Giuntini celebró levemente, pero a los segundos continuó con su ardua labor de apuntes sobre el partido; sin duda esa libreta está llena de correcciones.

Herediano no es el mismo que logró el subcampeonato, probablemente la idea del nuevo timonel no ha sido asimilada de la mejor manera, lo cierto es que la movilidad y fluidez que llevaron a los florenses a estar a un minuto de la gloria, está ausente y los destellos de Cancela son los que salvan el espectáculo.

En la acera del frente, el “Diablo” Contreras deberá continuar trabajando, ya que quedó demostrado que aunque su equipo logró trasladar al Herediano a un verdadero infierno, éste no alcanzó para vencerlo. El orden táctico le bastó a los florenses.

Los del “Puerto” deberán de hacer hasta lo imposible, ya que de lo contrario la sombra del descenso los podría atacar.