Hugo Solano
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El nicaragüense Ronaldo Espinoza Jirón, de 56 años, falleció de un disparo en el pecho ayer a la 1 p.m. cuando regresaba del funeral de un compañero en el cantón fronterizo de Los Chiles en Alajuela.

Alexis Núñez, jefe policial de la zona, dijo que recibieron la alerta y al llegar a la trocha donde estaba el herido, ya no había nada que hacer.

El comisionado Allan Obando explicó que se aisló la escena a la espera del OIJ y se trató de ubicar en las cercanías al sospechoso de disparar, el cual, según afirmó, está plenamente identificado.

El hijo del fallecido, José Francisco Espinoza, narró que su padre era oriundo de Chontales y hace 20 años se vino para Costa Rica, donde laboraba como agricultor.

Añadió que su padre venía a caballo con varios compañeros, mientras él seguía al grupo unos 200 metros atrás, cuando de repente oyó dos disparos en una loma cercana.

“Pensé que eran bombetas, pero cuando llegué al sitio miré a mi papá tumbado”, contó entre sollozos José Francisco.

Explicó que al percatarse de lo sucedido buscó ayuda y llamó a la Cruz Roja, pero su papá estaba en las últimas porque el balazo le entró por el pecho y le salió por la espalda.

El hombre quedó tirado boca arriba, pero uno de los que le acompañaba le dio vuelta para ver si el bala tenía salida.

“Él tenía un enemigo, que se le quería meter como precarista en la finca de Isla Chica, en el mojón 8 de Los Chiles”, relató.

El agricultor deja esposa y seis hijos, los menores de 14 y seis años de edad, así como varios hermanos que viven en Naranjo , Alajuela y San Ramón.

Su hijo narró que siempre andaban juntos y le daba muy buenos consejos.

* Colaboró Edgar Chinchilla.