Evelyn Fernández Mora
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No solo los fiesteros esperan las fiestas de Palmares para esta época del año. Los negociantes aprovechan de lo lindo estos días para hacer su agosto en el cantón alajuelense.

Decenas de familias sacan permisos temporales para que los patios de sus casas y lotes desocupados se conviertan en parqueos, ventas de comidas, alquileres de baños sanitarios y tarimas.

Quienes viven en los alrededores del campo ferial y cerca de los recorridos de las actividades masivas son los más beneficiados.

Arnoldo Mejías vive frente al área ferial y todos los años alquila los espacios de su propiedad para instalación de sodas, pizzería, parqueo de carros y campos para ver el tope y carnaval.

“Nosotros aprovechamos. ¿Por qué no trabajar un poco para hacerse uno de un aguinaldo?”, expresó Mejías.

Según el palmareño, el jueves pasado (día del tope), con el parqueo recaudó alrededor de ¢700 mil, pese a que las calles frente a su casa las cerraron desde las 9 a.m.; y en días buenos de visitación hacen hasta ¢1.500.000.

Además, Mejías comentó que por el espacio de la pizzería móvil cobra aproximadamente ¢3.500.000 por todas las fiestas.

“Yo alquilo espacios de tarimas para el tope, baños y parqueo de motos. Para este tiempo presento mis impuestos y papeles al día, solicito la respectiva patente temporal y las pólizas necesarias”, contó Ana Teresa Mejías.

La negociante comentó que el espacio de tarima lo alquila en ¢2.000.000 y los baños generan alrededor de ¢400 mil durante todos los festejos.

“Este es un dinero extra que generamos y lo destinamos directamente para poder costear los estudios de mis hijos durante el año”, agregó la palmareña.

Los locales comerciales permanentes cercanos a la zona de fiestas se ven doblemente beneficiados. Tal es el caso de la Soda y Pulpería Víctor.

Su administradora Maritza Fernández, dijo que durante la temporada de las fiestas aumentan sus ganancias hasta en un 70 por ciento.

“Una de nuestras ventajas es que los precios no varían para estas fechas”, dijo Fernández.

El alcalde de Palmares, Beltoni Mora, indicó que este año se tramitaron muchos permisos temporales, aunque no manejaba la cantidad exacta.

Asimismo, gran número de vendedores ambulantes visitan el cantón y sacan provecho al tumulto de gente en actividades como el tope y carnaval para vender como nunca.

“Previo a los eventos, como el tope, nosotros hacemos inspecciones por los recorridos y verificamos que los negocios y vendedores estén a derecho. Pero, una vez que arrancan las actividades masivas cuesta muchísimo controlar a toda la gente que pasa vendiendo anteojos, cervezas y otros”, reconoció Mora.

* Colaboró: Susy Montero, corresponsal GN.

Aprovechan

Ana Teresa Mejías, negociante.

“Yo alquilo espacios de tarimas para el tope, baños y parqueo. Cumplo con todos los permisos municipales”.

Arnoldo Mejías, negociante.

“Nosotros aprovechamos que vivimos cerca. Las fiestas nos generan muchos beneficios a los que vivimos aquí”.