Fabio Parreaguirre, colaborador
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Es increíble pensar que a inicios de la segunda década del siglo XXI todavía existan crímenes pasionales, violencia doméstica, hostigamiento, hasta llegar al femicidio.

Entre las historias crueles con que iniciamos el año, da escalofríos recordar el crimen sucedido en Portalón de Aguirre, el jueves anterior.

En esa comunidad, una joven de 15 años fue asesinada (femicidio) por su padrastro, debido a aparentes celos, dominación y posesión masculina.

La muchacha es uno de los tres casos que se registraron en los primeros trece días de enero.

“Es un problema que ha existido siempre en las relaciones entre hombres y mujeres. El hombre cree que es dueño de la mujer y no debe ser así”, comentó Maureen Clarke, presidenta del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu).

“Tenemos que cambiar el patrón cultural, en la familia, medios. Tiene que cambiar la educación respecto a este tema, que debe ser basado en la equidad e igualdad de géneros”, agregó.

Uno de los principales problema es que la legislación nacional tiene muchos vacíos.

Solo la Ley de violencia doméstica y la Ley de penalización de la violencia contra la mujer son las armas para luchar contra la agresión, pero no son suficientes.

“La ley es únicamente sancionatoria (violencia doméstica) ya que solo establece el arma de la medida cautelar. Cuando se ha dado el hecho, pocas son las que activan la alarma”, opinó Mayrene Sánchez, coordinadora del área de violencia de género en nuestro país.

“Por otro lado, la Ley de penalización no protege a todas las mujeres. Es restrictiva porque solo da protección a las mujeres que están casadas o que conviven en una unión de hecho”, sostuvo.

Lo que preocupa a las autoridades es que en la mayoría de los casos son los excompañeros sentimentales quienes maltratan y hasta matan a sus exparejas.

“Lo que tiene que comprenderse, y solo con educación se puede realizar, es que la mujer no es un objeto. Se tiene que acabar el dicho de que ‘si no es conmigo, con nadie será”, dijo el psicólogo Roberto Madrigal.

El año pasado se registraron 37 femicidios en nuestro país. Diez de ellos fueron cometidos por sus propias parejas, según estadísticas del Inamu.

En los dos años anteriores (2008 y 2009), el número fue muy parecido. Hubo un total de 38 y 39 homicidios, respectivamente.

También en el 2010 el Inamu recibió más de seis mil consultas por mujeres supuestamente agredidas. La cifra fue igual en el 2009.