Evelyn Fernández Mora
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Los ticos no consideran justo el plan de reforma fiscal que promueve el Gobierno.

Tampoco los ciudadanos están de acuerdo con que el plan “protege a los pobres, cobra de manera moderada a la clase media y coloca la mayor carga sobre las personas de mayores ingresos”, tal como lo dijo ayer la presidenta Laura Chinchilla en el Teatro Nacional a los funcionarios del Ministerio de Hacienda, según el sitio nacion.com.

“No creo de que la reforma vaya a ser justa, se va hacer un precio universal. Creo que este plan perjudica a la gente de clase más baja, por los salarios que son mucho más bajos”, opinó Rosa Isela Beteta vecina de Heredia.

Para Beteta una de las consecuencias más grandes si se aprueba un aumento en los impuestos, será que los más pobres ya no podrían comprar lo mismo.

Milton Lobo, profesor de Matemática y vecino de Tibás, considera que con la reforma fiscal la carga sobre las personas pobres aumenta. “Y en el caso de los profesionales que trabajan por honorarios, le trasladan los impuestos a la gente”, señaló.

Chinchilla insistió en el acto en que se trata de una reforma “justa y solidaria” y que “no venimos aquí a desmantelar servicios públicos, todo lo contrario, procuramos su fortalecimiento sobre la base de esta propuesta”, señaló.