Milton Montenegro
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Saltó desde la banca y salvó a Saprissa de pasar una vergüenza. Maykol Ortiz le cambió la cara a su equipo, el jugador que más pide la afición, el hombre que toda la prensa pregunta por qué no lo ponen, ingresó y dio la talla.
“Vamos Maykol, usted puede”, le gritaban los seguidores morados cuando el jugador se preparaba para ingresar, cuando Marcelo Tulbovitz hablaba con él, a la espera de que alguien del cuerpo técnico le diera la señal de enviarlo a recoger la boleta de cambio.
Y Ortiz pudo, demostró que si Álvarez, el técnico saprissista, quien por cierto debe darle las gracias al volante, le brinda más opción para jugar, está para echarse el equipo al hombro.
La “S” caía 2 por 1 cuando Ortiz entró al minuto 52, pero con él en el campo, el plantel mostró más dinámica de juego, creó más peligro, consiguió el empate a dos y estuvo cerca de imponerse.
Ortiz puso dos pases que llevaban sello de gol, pero que sus compañeros desperdiciaron, estrelló dos balones en los postes y además le cometieron la falta de penal. Sin duda Saprissa fue otro con Maykol en el campo, pero también al mediocampista le falta tranquilidad, por momentos se notó ansioso y requiere que sus compañeros crean en él, le den la pelota y lo dejen que se salga del libreto, que busque encarar y no desprenderse tan rápido de la pelota. Bien por Maykol, quien no decepcionó, bien por el pase de Centeno a Loaiza en el primer gol, bien por el buen tanto de Mínor Díaz de tiro libre y por supuesto por su entrega y lucha.
Ayer fue un buen partido, un compromiso que empezó aburrido, pintaba para ser calificado como una mejenga, pero tras el tanto de Loaiza al minuto 31 todo varió. Hubo intensidad, lucha y la “U” se fue al descanso con la victoria. “Vamos a darle vuelta, a darle vuelta”, le gritaba Tulbovitz a los jugadores morados antes de entrar al campo para arrancar el segundo tiempo. Saprissa no le dio vuelta, pero al menos salvó un punto de tres que tenía perdidos.
Pero ojo, tampoco es para que los saprissistas anden con una sonrisa de oreja a oreja, porque el equipo arrastra fallas en la marca, sus volantes laterales no generan mucho peligro y algunos pecan al marcar al rival, como falló Ricardo Blanco al cometer falta de penal sobre Mínor Díaz.
Se fue con todo, como se dice en el fútbol se vio muy “pollo” sobre Díaz, quien sacó el colmillo.
Lo malo del juego, el trabajo del árbitro Allen Quirós, le anuló un tanto a la “U” para pitar tiro libre, pero si no valió el gol, debió señalar penal. Las expulsiones de Pablo Salazar y Saúl Phillips, injustas. ¿Será que Henry Bejarano, quien estaba de secretario arbitral y a quien le gusta el protagonismo lo embarcó?
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