Ciudad de Panamá. Sí, señor La Volpe, hace falta mucho trabajo. Sin duda alguna. Aunque Costa Rica hizo el mejor partido desde que usted está como técnico no le alcanzó para alzar la Copa de la Uncaf.

Un subcampeonato con un sabor agridulce. Agrio por la derrota. A nadie le gusta perder, usted lo ha dicho y me imagino que no está satisfecho, pero dulce porque Costa Rica se ve diferente.

En este partido vimos un equipo que propone, que toca la bola, que por estar presionada sacó lo mejor que tiene, lo único que nos hizo falta fue el gol.

A los siete minutos Wálter Martínez nos apagó la sonrisa. Tras un enredo en el área nos anota Honduras el primer gol.

Dos minutos después el árbitro no pitó un penal a favor de Costa Rica. La Tricolor dominó todo el primer tiempo.

Honduras hizo el gol y se tiró atrás. Nos dio la iniciativa. Pero en los primeros 45 minutos no se aprovechó.

Costa Rica produjo llegadas, pero nadie le daba el puntillazo final para que se convierta en gol.

Ureña a los 13 minutos casi nos devuelve la esperanza. La bola no quería entrar en el arco catracho. Borges la tuvo al minuto 19 en sus piernas, pero nada. El gol no aparecía y los minutos pasaban.

Honduras era un fantasma en la ofensiva, pero la Tricolor no tuvo claro el camino del gol en la primera mitad.

Los pocos ticos que estaban en la gradería le metían apoyo a los jugadores.

Otra vez Ureña a los 22 la tuvo en sus pies, pero no remató ¿por qué?. No fue sino hasta el minuto 72 que la esperanza regresó con un gol precisamente de Ureña.

En todo el segundo tiempo dominamos, pero fue un dominio donde Valladares tuvo algunas jugadas de peligro y nada más.

Honduras se tiró atrás otra vez, defender el 2-1, y tuvo algunas llegadas de contragolpe.

Sí, señor La Volpe, Costa Rica subió su nivel, se vio mejor que los demás partidos vino de menos a más, pero no fue suficiente.