Diana Vega, colaboradora
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Alajuela. - Sin ningún temor y con la cabeza fría, el volante Cristian Oviedo volvió hacer de las suyas desde el punto de penal.

El minuto 92 del juego ante los porteños fue el principal testigo del onceavo penal consecutivo que el manudo cobró sin fallar.

“Uno entrena para eso, pero siempre se tiene un poco de presión para realizar los penales cuando son de cerrar, pero gracias a Dios este entró”, comentó Cristian Oviedo.

En su carrera, dos han sido las ocasiones en que el erizo no ha logrado concretar una pena máxima. Su último obstáculo fue Santacruceña en el 2005.

La clave del éxito, es sin duda alguna, la persistencia.

“Practico alrededor de 20 penales por semana. Eso da mucha confianza”, agregó Oviedo.

Por el centro o por los lados, predecir al volante es cada vez más complicado para los porteros nacionales. Sin embargo, el guardameta naranja, Olger Ruiz, alertó al habilidoso penalero.

“Este portero me aguantó bastante, ahora sé que tengo que practicar aún más porque algún día lo puedo fallar”.

La nueva táctica con la que el volante pretende sorprender uno de estos días a los guardametas rivales es con un penal de rabona.

“El partido tiene que estar holgado, porque es riesgoso un penal de rabona en medio de la presión que genera los últimos minutos. Pero, uno lo piensa porque se está practicando en cada entrenamiento”, agregó el “5” manudo.

La necesidad de perfeccionar los lanzamientos de penal del jugador nació tras una mala experiencia que vivió cuando formaba parte del cuadro florense.

“Cuando estaba en Heredia con el “Macho” Mora, pegué tan mal, tan mal un penal que desde ahí empecé a practicar. El portero salió a topar la bola porque ni siquiera llegó al marco. Desde ahí “Macho” me molestaba, entonces practiqué y ya pude mejorar”, agregó Oviedo.