La gran atracción por las motos empezó cuando era un niño de 12 años, edad en la que con su propio dinero adquiere su primera motocicleta.

Él es José Luis Vargas Mejía, quien hoy tiene 53 años recién cumplidos y quien creció y ha vivido siempre en Puriscal.

Desde hace 26 años trabaja en Credomatic donde se desempeña como Jefe de Servicio Técnico.

“Desde los 6 años he trabajado, lo hacía en la gasolinera de mi abuelo materno en Puriscal, sitio donde nace mi pasión por los motores. Ahí surtía gasolina, lavaba carros y buses. Con lo que ganaba pude comprarme en 1970 mi primera moto, una Yamaha YB50 que me costó 980 colones. Recuerdo que di 400 colones de prima y pagaba 100 colones mensuales”, comenta José Luis.

Su papá en unos inicios no estaba de acuerdo en que manejara moto y prefería que se transportara a caballo. Sin embargo, José Luis se la llevaba para el colegio, donde la estacionaba dentro de la misma aula.

“Andaba por todo lado en Puriscal y mi primer viaje como motociclista lo hice a los 13 años desde Puriscal a Palmares. Yo mismo la reparaba y en ese entonces no contaba con capas para la lluvia ni accesorios”.

Luego, tuvo una YB80, YB100 y a sus 14 años de edad una Yamaha DT100, de las primeras que llegaron a Puriscal en aquel entonces.

“Con esta DT 100 ya hacía viajes más largos como por ejemplo, al Parque Nacional Santa Rosa en Guanacaste”.

Tiempo después, a sus 17 años se compra su primer automóvil, dando inicio a otras de sus grandes pasiones: ¡Los carros!

Más motos

Siempre con la marca Yamaha, adquiere una DT175 y después la FZR600. Atraído por el interés de realizar viajes largos, se decide por una Yamaha Virago 1996, la cual es la única que posee en este momento y que según afirma no la vende por nada.

“Esta moto me ha dado muchas satisfacciones, me la han ofrecido comprar pero no la vendo, quiero tenerla la mayor parte de mi vida. Las valijas son de cuero hechas a mano por un puriscaleño amigo de mi papá, especialista en elaborar monturas para caballo. Fueron un regalo”.

José Luis pertenece desde hace 12 años a Los Halcones, cuyo presidente es Frank Cárdenas de Publix S.A.

Con este grupo participa en paseos cada 15 días.

“Con Los Halcones he ido dos veces a Panamá en moto y he conocido todo el país. También participo en las Convenciones Internacionales que se hacen en Costa Rica”.

Al preguntarle de dónde proviene esa atracción por las motos, José Luis no duda en responder que “las motocicletas aunque son algo material desarrollan personalidad, se convierten en compañeras. Gracias a ella he conocido a muchas personas y me agrupé con gente que comparte el amor al motociclismo. En mi caso, yo mismo la lavo y encero”.

Motos a escala

José Luis es un gran coleccionista. Así, tiene 200 motocicletas a escala, que en su mayoría, se las han regalado cuando la gente percibe ese gran amor por estos vehículos. “Son pocas las que yo he comprado, algunas las adquirí en la colección de Al Día. Me las regalan en cumpleaños y navidades. La primera que tuve fue una BMW”.

A esta colección de motos se unen 300 carros a escala y es que su amor por las motocicletas lo comparte con su amor por los autos antiguos. Es socio del Club de Autos Antiguos de Costa Rica desde hace 10 años.

También, posee algunos automóviles de colección.

“Mi especial colección es de vehículos de 2 tiempos. Tengo dos DKW de los años 50 y dos Suzuki LJ50 mezcla entre motocicleta y vehículo de doble tracción, muy populares en los años 70’s”.

Volviendo a las motos, comenta en que nunca ha tenido un accidente y que su nieta de 6 años comparte con él su afición por las mismas.

“Ya anda en cuadraciclo y le gusta ayudarme a limpiar mi moto. También cuenta con sus implementos para transitar conmigo”.

Los fines de semana José Luis los tiene muy bien organizados: los sábados se dedica a los autos antiguos y los domingos a la moto.

“La moto ha sido para mí un medio de transporte y un medio para hacer amigos, despejarme y liberar estrés”.

Su consejo para todos los motociclistas es muy claro: “Tenemos que manejar con prudencia, con el equipo adecuado y el mantenimiento correcto. La moto es un medio de transporte efectivo y seguro siempre y cuando pensemos en lo que estamos haciendo independientemente del modelo que manejemos”.