Juan Diego Villarreal
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Tibás. - Da la impresión, que Saprissa fue solo un “alegrón de burro” para sus aficionados, en el actual Torneo de Verano.

Un espejismo para todos aquellos saprissistas,que después de vencer a San Carlos (3-0), y Santos (3-0) en casa, con golazo olímpico del “Paté” Centeno, esperaban que las alegrías regresaran a la “Cueva”.

El buen trabajo de los nuevos fichajes; Mykol Ortiz, William Phillips y el arquero Víctor Bolívar, habían vuelto a despertar el orgullo de los morados, los puso a soñar en volver a ser protagonistas y olvidarse del terrible Torneo de Invierno 2010.

Ilusionados llegaron los seguidores del cuadro tibaseño, al reducto morado, esperando confiados una nueva alegría frente al conjunto florense.

Sin embargo, poco después de la media hora de juego, una verdadera pesadilla los hizo despertar de su sueño.

Saprissa fue solo un espejismo, en relación con los juegos anteriores, frente a un Herediano, que se paró bien en su medio campo, generó fútbol y fue contundente en el ataque.

La verdad que el 0-2 en su contra le salió barato a los capitalinos, máxime que la figura del duelo fue el guardameta Bolívar y aunque falló en el primer gol, cuando Esteban Ramírez lo sorprendió adelantado, fue baluarte para que los anfitriones no salieran goleados en casa.

Los mismos errores del torneo anterior en defensa: Frágil en el mano a mano, fácil de desbordar por las bandas, un coladero en la zaga central y laterales sin proyección.

Si, igual que el torneo anterior, cuando Saprissa se ubicó en la penúltima casilla, en su peor torneo en la historia.

Para ejemplo, la acción del segundo gol rojiamarillo, cuando Jorge “Flecha” Barbosa, dejó rezagados a sus marcadores y solo pudo ser detenido por Bolívar, quien le cometió penal y el árbitro, Wálter Quesada, le perdonó la cartulina roja.

Quien no lo perdonó, fue José Cancela, pues desde los once pasos lo engañó para el 0-2 al 58, y de esta manera lapidó la esperanza morada.

Claro, hay que destacar el buen trabajo del “Team” como lo mencionamos anteriormente, por algo ganó después de ocho años en el Ricardo Saprissa y primera vez, desde que los tibaseños instalaron en su campo gramilla sintética.

Después de la lluvia de críticas, al argentino Giuntini, que incluso en su propia casa le gritaron ¡fuera! en sus dos encuentros en el Rosabal, ayer sacó lo mejor de su repertorio para sumar su segundo triunfo en el torneo y continuar invictos.

Los detractores del melenudo “ché”, almenos, por esta semana, deberán callar y darle la razón, en el sentido que ha sido un arranque bastante complicado para el plantel florense.

Por el contrario, el mexicano Juan Manuel Álvarez, estratega del Saprissa, vuelve a sembrar dudas y más aún cuando hace variantes en su alineación y parece no encontrar los hombres idóneos para armar un equipo que sea protagonista.