La posesión de pelota, los desplazamientos de los laterales y la constante rotación de los delanteros ha hecho de los alajuelenses víctimas de jugadas arteras, que generan las expulsiones del rival.

Cuando Helliut Farrer de Puntarenas y Roger Fallas de Pérez Zeledón vieron la roja, mediaron faltas arteras, mientras que en la de Eduardo Valverde, en el primer juego ante Cartaginés, fue más por un reclamo del brumoso.

“El equipo se mueve de forma que el rival llega a destiempo a las coberturas. Los laterales suben y bajan, nuestros delanteros desgastan a los centrales y los volantes no se quedan queditos, como Gabas y Oviedo”, dijo Mauricio Montero, asistente técnico de Alajuelense.

“Eso provoca que el rival se llene de faltas, cometa una y otra hasta que le sacan la segunda amarilla o la roja. Cualquiera puede cometer el error por el desgaste al que lo somete nuestro equipo”, explicó “El Chunche”.

Acosta y Salvatierra consideran que han sido circunstancias.