El Cairo, Egipto/AFP y EFE.- Decenas de miles de egipcios dejaron ayer sus miedos en casa y acudieron a las calles de las principales ciudades del país, para exigir, un día más, la salida del presidente Hosni Mubarak, en desafío a la violencia desatada desde hace días por partidarios del régimen.

El viernes, día de la oración, llevó el recogimiento a la plaza de Tahrir, de El Cairo, donde hombres y mujeres, musulmanes y cristianos, estallaron en llanto cuando al imán que dirigía el rezo del mediodía se le quebró la voz por la emoción, al recordar a los mártires caídos en once días de rebelión popular.

“Nacimos libres y vamos a vivir libres (...). Les pido que tengan paciencia hasta la victoria”. El autor del mensaje es, según los fieles, Jaled al Marakbi.

Los manifestantes pro democracia bautizaron este día como el “Día de la partida” y habían marcado la fecha en rojo, porque decían que el 4 de febrero llegaría el triunfo final: la salida definitiva del presidente Hosni Mubarak.

Al final de la oración por los muertos, los fieles comienzan a gritar las consignas que repiten desde hace días contra Mubarak: “¡Vete, vete!”, “¡Soy egipcio!, ¡No tengo miedo!”.

La realidad es que Mubarak sigue en el poder, aunque muchos consideran que lo logrado hasta ahora justifica su insistencia.

“No creo que se vaya. Lleva 30 años en el poder y para él sería una deshonra dejarlo obligado. Pero se marche ya o no, este país va a cambiar después de esto”, señaló Gadafi Yusef, quien participaba en la protesta.

Otros se mantienen firmes y siguen exigiendo que Mubarak abandone inmediatamente y delegue en su vicepresidente, Omar Suleimán, para encabezar la transición. La concentración de ayer se distinguió por las grandes medidas de seguridad instaladas en torno a la plaza, para evitar una confrontación directa con los partidarios de Mubarak.