Angie López Arias
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El corazón del ciclista John Mauricio Castro Hildago sigue latiendo y dio una nueva oportunidad de vida a Edier Jiménez Bonilla, de 18 años, quien recibió ese órgano el lunes anterior en el hospital Calderón Guardia.
Jiménez, vecino de Purral de Goicoechea y quien cursará el undécimo año, tenía problemas de contracción del corazón (miocardiopatía severa) y desde octubre del año anterior esperaba con urgencia un nuevo órgano.
Luis Paulino Hernández, director del centro médico, indicó que la evolución de Jiménez ha sido exitosa, pues respira por sí solo, habla con sus familiares y ayer comenzarían a movilizarle.
Karla Campos, de 22 años, hermana de Edier, recordó que le encantaba jugar fútbol, pero dejó de hacerlo pues no podía tan siquiera dar unos cuantos pasos porque el aire le comenzaba a faltar.
Más que agradecidas
Karla, Ana Lucía y Gerardina Jiménez, hermanas y madre del paciente trasplantado, comentaron ayer a Al Dí estar más que agradecidas por permitirle al joven seguir viviendo.
“Gracias a que ese muchacho (el joven ciclista) donó sus órganos, mi hermano está bien. Uno no le da importancia a eso hasta que se da cuenta que la donación salva vidas”, afirmó Karla.
Ella recordó que habían habido otros donadores, sin embargo, los órganos no eran compatibles por lo que la llamada que les informaba sobre un nuevo corazón el mismo lunes en la mañana les llenó de mucha alegría.
“Él estaba contento, pero también nervioso. Nosotros también porque uno puede esperar cualquier cosa que durante una operación de estas, pero tenemos un Dios que nos ayudó”, agregó.
Ana Lucía visitó ayer a su hermano y aseguró que estaba muy bien de estado de salud y que incluso los médicos le comentaron que la recuperación ha sido muy rápida y muy satisfactoria.
“No hay palabras para agradecer, gracias a Dios y gracias al joven y su familia que le dieron a mi hermano una oportunidad para vivir”, comentó Ana Lucía.
Vida para muchos
Angie Castro, hermana del John Mauricio, dijo que la donación de órganos les ha dado paz, en medio del dolor que sienten por la ausencia del joven, que el domingo cumpliría 25 años.
“El espíritu de mi hermano está con Dios, pero parte de su cuerpo está ayudando a otras personas a vivir. A mí y a mi mamá nos da paz y nos pone feliz”, dijo.
“Nosotros no estamos pensando que en el cuerpo de quienes recibieron los órganos va a vivir mi hermano. Es una sensación que uno tiene, pero somos concientes de que no es así, pero nos alegramos de ayudar”, agregó Castro.
El ciclista no solo le permitió a Edier vivir, sino también a otras personas, pues se donaron además sus córneas, riñones, hígado y la piel para el Banco de Piel del Hospital Nacional de Niños.
“En mi casa siempre nos hablaron de la importancia de donar órganos. El cuerpo es algo material, cuando no se tiene alma no hay que aferrarse a él, si se puede dar vida a otras personas, pues es deber de todos ayudar”, añadió.
El joven ingeniero y amante del ciclismo, fue asesinado el domingo 30 de enero, luego de que le robaron la bicicleta en Linda Vista de Patarrá.
Como Castro cumpliría 25 años este domingo, realizarán una caminata en bicicleta a partir de las 7 a.m. saliendo de la iglesia de Desamparados hasta la Basílica de Cartago para protestar contra la violencia que vive el país.
“Esto es consecuencia de la desigualdad que vive nuestro sistema, ¿cómo es posible que se convierta en un trabajo matar para robar? Si la sociedad no estuviera como está, mi hermano estaría vivo”, aseveró Angie.
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