Juan Diego Villarreal
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Puerto Limón. Pasaron cerca de seis años para que Dexter Lewis volviera a casa.

A compartir con su familia y amigos, de las tardes en el “Quilombo”, en Cieneguita, debajo del almendro con la fresca brisa del océano Atlántico como compañera inseparable.

Dexter no oculta que le hacía falta volver tras su fugaz paso por Ramonense y más tarde su buena actuación con Pérez Zeledón.

“Extrañaba ir a Cahuita, hablar con mis amigos y estar en la provincia. Antes venía cada cuatro o seis meses a verlos y como le dije de verdad me hacían falta.

Lewis volvió con un entorno cambiado, no solo por el remodelado estadio Juan Gobán, sino porque dejó al equipo en la Segunda Categoría y hoy es el flamante líder del Grupo A.

“Sí queremos hacer grandes cosas debemos ganarle a grandes rivales. Es por eso que el enfrentar primero a la Liga y después a Saprissa será una bonita prueba”, confesó el guardameta.

Dexter con su regreso, en el Torneo de Invierno 2010, colaboró con el equipo a la transición de jugar en la Máxima Categoría y ahora es uno de los referentes del plantel junto a Kurt Bernard.

“El equipo va en crecimiento, tenemos grandes aspiraciones, queremos clasificar. Hay que ir trabajando poco a poco y meternos cuantos antes en los puestos que nos permitirán avanzar a la siguiente fase”, sentenció.

Sin duda el guardameta se siente contento en su ambiente, está motivado, deseoso no solo de colaborar con sus compañeros en el duelo ante los manudos.

“Añoraba poder aportarle al equipo de nuevo. Con mi experiencia y madurez trato de aconsejar a los más jóvenes, quienes me admiran y respetan”.

“Trato de transmitirles lo que yo viví al estar fuera de Limón. Algunos dicen que los jugadores limonenses son alegres y fiesteros, pero yo trato de inculcarles a los muchachos que se debe ser profesional en todo momento”.

Dexter siente la arena del mar en sus pies junto a sus hijos Dayron y Denzel, mientras mira la cancha de fútbol de Cieneguita, donde dio sus primeros pasos, que lo hicieron regresar...