Felipe Arrieta S., colaborador
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Su imitación casi perfecta de Carlos “El Porcionzón” Ramos lo ha puesto en boca de todos, hablamos de “Toño” Hernández, que a base de esfuerzo y paciencia se ha ganado un lugar en el espacio humorístico “Pelando el ojo”.

¿De dónde salió “Toño” Hernández?

Soy de Paso Ancho, nací en el Hospital de la Mujer, desde chiquitillo siempre fui medio tremendón.

¿Qué recuerda de su infancia?

A los nueve años empecé a vender empanadas, mi mamá las hacía, éramos muy pobres, mi 'tata' no conseguía brete, entonces yo le dije a mami que porque no hacía empanadas para irlas a vender. Las mejores eran las de papa con chorizo.

¿Cuándo se dio cuenta de su habilidad para imitar?

Desde pequeño, siempre me gusto molestar y hacer imitaciones con gestos. En la escuela imitaba al director como caminaba porque renqueaba. Me gustaba hacer reír a los compañeros.

¿Cuál fue su primera imitación?

Fue la de Rodrigo Fournier, un periodista de Canal 2, después a Óscar Arias y Rafael Ángel Calderón.

¿Cómo fueron sus primeros pasos en la comedia?

Sucedió por mi mamá. Cuando inició el programa “La Dulce Vida” en 1988, mami me inscribió y yo no sabía, me dijo que fuéramos a hacer un mandado y cuando llegué al Cine Reina vi las cámaras y las luces y me dijo: “yo quiero verlo a usted triunfar”.

¿Cuál personaje no ha logrado imitar?

Monseñor Hugo Barrantes, creo que lo hago bien, pero Norval Calvo me dice que se le parece a Luis Alberto Monge.

Muchos lo critican porque imita pocos personajes

Tengo más personajes, pero no los hago porque los hace Norval, por ejemplo, hago a Ignacio Santos, a Juan Diego Castro, a Miguel Ángel Rodríguez, lo que pasa es que el es mi jefe y jamás le voy a pasar por encima.

Sus tesoros

Familia

Tiene seis hijos: Floribeth, Joryana, Elsa, Eida, Moisés y Adrián y es abuelo de tres niñas.

Empresario

Además del humor tiene su propia empresa de instalación de vidrios.

Herencia

Asegura que el buen humor y talento lo heredó de su madre.