Martes 8 de febrero de 2011, San José, Costa Rica
Sucesos | En juego de fútbol cinco en marzo pasado
Inició juicio contra joven por doble asesinato
Demandan al sospechoso y al dueño de la cancha
  • El acusado se abstuvo de declarar. Al fondo, las juezas Ana Patricia Mora, Maureen Sancho y Marta Rosa Sequeira. Fotos: Rodolfo Martin
    El acusado se abstuvo de declarar. Al fondo, las juezas Ana Patricia Mora, Maureen Sancho y Marta Rosa Sequeira. Fotos: Rodolfo Martin
  • Virginia Zúñiga, la mamá de los asesinados
    Virginia Zúñiga, la mamá de los asesinados

Rodolfo Martin
rmartin@aldia.co.cr

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Un partido de Fútbol 5 que, en apariencia transcurría con normalidad, inesperadamente pasó a ser escenario de disparos, sangre, muerte y duelo, la noche del 22 de marzo del año pasado, en Loma Linda de San Jerónimo de Desamparados.

A las 8:30 p.m., de esa fecha, cayeron asesinados los hermanos José Alberto y Minor Enrique Barquero Zúñiga de 29 y 37 años respectivamente.

José Ángel Angelini Méndez, de 20 años, figura como sospechoso de este doble homicidio.

El debate en su contra comenzó ayer en el Tribunal de Juicio de Desamparados.

José Alberto jugaba mientras Minor Enrique seguía el juego acompañado de otro hermano llamado Juan Luis y algunos de sus sobrinos.

Un “trabonazo” entre dos jugadores, el segundo que se daba en el encuentro, calentó los ánimos entre los actores, que comenzaron a recriminarse, empujarse y agredirse mutuamente.

Angelini, que había jugado algunos minutos durante el primer tiempo y que en ese momento también era espectador, sacó un arma y apuntó de manera amenazante, según la acusación del Ministerio Público.

Minor Enrique intervino para pedirle que guardara el arma y, lo que recibió fue más bien cuatro balazos en distintas partes del cuerpo.

José Alberto, se le fue encima para evitar que le siguiera disparando a su hermano, pero también fue impactado por un disparo en el tórax.

“Todos los días los lloro. Mi vida se convirtió en una inmensa soledad”, recordó la madre Virginia Mayela Zúñiga Barrantes, visiblemente consternada.

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