Ibagué, Colombia / AFP.- La liberación de dos de tres rehenes de las FARC, prevista para ayer en Colombia, quedó postergada, según reportes al cierre de esta edición. Solo el patrullero de la Policía, Carlos Ocampo, pudo ser entregado a la misión humanitaria, en un punto selvático del Tolima (centro del país), indicó la vocera del Comité Internacional de Cruz Roja, María Cristina Rivera.

“Ocampo se encuentra ya en poder de la misión humanitaria que integran la exsenadora Piedad Córdoba y delegados del CICR”, dijo Rivera.

Ocampo bajó del helicóptero, con camiseta, pantalón vaquero y zapatillas y saludó a la prensa congregada en Ibagué, pero no dio declaraciones.

Un avión de la Fuerza Aérea lo trasladó a Bogotá, donde lo esperaba su familia.

El patrullero, de 30 años y padre de dos hijas, llegó a Ibagué en medio de una fuerte lluvia.

“Desafortunadamente, la entrega del mayor Guillermo Solórzano y del cabo del Ejército Salín Sanmiguel no fue posible durante esta operación, como estaba previsto”, dijo el CICR.

La operación para recibir a los rehenes se demoró debido a que el mal tiempo, las lluvias y la nubosidad dificultaron el desplazamiento del helicóptero y de la misión, dijeron fuentes cercanas a la operación.

Ocampo Pérez fue secuestrado el pasado 27 de diciembre en una carretera del departamento del Tolima (centro), cuando hacía de escolta para el alcalde del municipio de San Antonio, Ismael Cruz.

Mientras, Solórzano y Sanmiguel integran el grupo de los cinco rehenes cuya liberación sin condiciones anunciaron en diciembre pasado las FARC, que ya entregaron el miércoles pasado al concejal Marcos Baquero y el viernes al también concejal Armando Acuña y al infante de marina Henry López.

Algunos analistas políticos calificaron la liberación de rehenes como una estrategia para ganar protagonismo político a nivel nacional e internacional y limpiar su imagen.

Las FARC vienen liberando rehenes unilateral y escalonadamente desde comienzos del 2008.