Juan Diego Villarreal
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Puntarenas. Elevó sus ojos al cielo con las manos extendidas, hizo una pequeña oración y se encomendó a su madre, que recién falleció el jueves pasado.

El minuto de silencio, antes de iniciar el juego, lo sintió eterno.

Sabía que Cecilia Fernández, su mamá, estaría con él, desde el cielo, sería su ángel de la guardia durante el compromiso.

Por eso, cuando al minuto 80, el silbatero Jeffrey Solís decretó la pena máxima, en contra del Cartaginés, el arquero, Osvaldo Quesada, estaba seguro que iba a detener el remate de Darío Delgado, para mantener el 1-0 a favor de los brumosos, con el cual derrotaron de visita al Puntarenas FC.

“Mi madre estaba en el marco, atajó conmigo. Nunca me dejó solo en el penal. Le agradezco la confianza a mis compañeros, al técnico y la afición”, dijo Quesada, mientras trataba de contener las lágrimas al terminar el juego.

“En el momento del penal pensé en ella, si lo agarraba (el penal) era como defender a mi madre, quería darle un regalo”.

Los brumosos, con 10 hombres, arrancaron un valioso triunfo en la “Perla del Pacífico”, gracias a la acción salvadora de Quesada y la buena puntería de Randall “Chiqui” Brenes, quien sí fue capaz de concretar la falta desde el “manchón blanco” al minuto 75, al vencer al guardameta porteño Bryan Zamora.

Pero hay que destacar que la acción que el silbatero Solís vio como pena máxima, en realidad no fue, cuando el meta Zamora salió a achicar a Valverde.

“No lo toqué, él se tiro en el área y el árbitro pitó penal”, dijo resignado Zamora.

Lo que es imperdonable es la falta de puntería de los chuchequeros, quienes por segundo domingo consecutivo fallan un disparo desde los once pasos.

La semana anterior fue Bill González ante Barrio México, mientras ayer fue Darío Delgado.

En ambos compromisos perdieron por la mínima y la sombra del descenso cada vez la tienen más encima, y para colmos de los cuatro juegos en el “Lito” Pérez, perdieron tres y ganaron uno.