Calle Blancos.Quizás la presencia de sus antepasados, los zorros norteamericanos que fueron llevados a finales del siglo XIX para combatir una plaga de conejos en Australia, hizo que el volante nacional, Carlos “Zorro” Hernández se sintiera como en la madriguera tica, solo que en Oceanía.
El “Zorro” suma cuatro años en tierras australianas, donde todavía no se acostumbra a la frialdad del australiano, y la preocupación porque sus hijos no hablan español, aunque dominan por completo el inglés.
“Donde vivo (Melbourne) es como un cementerio, es muy tranquilo, yo salgo, entro y nunca veo a mis vecinos. Las casas son abiertas, usted puede irse y dejar la casa sin llave. Es bonito estar en un lugar así, por la familia”, comenta entre risas el mundialista de Alemania 2006.
Una breve llamada de atención a su hijo Carlos Daniel, hizo que nos diéramos cuenta de un elemento curioso, los hijos de Hernández, Carlos y Lashmi, no hablan español: “¡Carlos Andrés venga!”, sin respuesta alguna, “¡Carlos Daniel come on!” y el niño llegó.
Entre tanta soledad y falta de calor latino, la presencia de la familia junto a él se convirtió en la razón que mantuvo la inspiración futbolística de Carlos.
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