Washington, EE. UU./AFP y AP.- Liberal pragmática, favorable a cierta regulación, Christine Lagarde, la nueva directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), es sobre todo una negociadora sin parangón que debería seguir el camino ya emprendido por la institución para reforzar las herramientas anticrisis y la apertura a los países emergentes.
La aun ministra francesa de Economía fue elegida ayer como nueva directora gerente del FMI, convirtiéndose así en la primera mujer en la historia que llevará las riendas de la institución.
Lagarde, de 55 años, fue escogida por unanimidad por los 24 miembros del Consejo de Administración, para substituir en el cargo a su compatriota, el dimitido Dominique Strauss-Kahn, pendiente de juicio en Estados Unidos y acusado de agresión sexual contra una mucama.
El Consejo representa a los 187 integrantes del FMI, el cual concede créditos a países en dificultades financieras. El rival de Lagarde era el gobernador del banco Central mexicano, Agustín Carstens, de 53 años.
“Me siento honrada y feliz” reaccionó inmediatamente la francesa en su cuenta de Twitter.
“El FMI estuvo al servicio de sus 187 países miembros durante la crisis económica y financiera mundial, lo cual lo llevó a transformarse profundamente. Mi primer objetivo será lograr que siga en el mismo camino”, añadió en un comunicado.
A pesar de que algunas voces habían expresado el deseo de que se rompiera el acuerdo que determina que desde hace 65 años la dirección del FMI quede en manos de un europeo, al final se impuso la tradición. Lagarde arrancó en la carrera para liderar el Fondo con el sólido apoyo europeo, y fue sumando votos, lo que dejó prácticamente sin oportunidades a Carstens. “Estoy seguro de que será una muy competente líder de la institución”, señaló el gobernador del banco central.
Carstens contó con el respaldo de varios países latinoamericanos, además de España, Australia y Canadá. Entre lunes y martes la francesa recibió el respaldo de China, Rusia, Brasil y, fundamentalmente el de EE. UU., que junto a Japón es el país que tiene más votos en el FMI.
Exabogada de negocios, Lagarde no tiene una formación académica en economía. Algunos ven en ello su principal debilidad, cuando tenga que actuar como médico de una economía mundial convaleciente. Pero la mayoría de expertos coincide en describirla como una “fina diplomática” y “negociadora increíble”.
